Nuestro inicio - Relatos Eróticos

Nuestro inicio

Hola, mi nombre es Marcela, rubia natural, 1,70 de altura, 95 de lolas (regalo de casamiento), cola armadita por el gym a pesar de mis 49 años, casada hace 30 años con Pablo de 53, 1,80, de hermosos ojos verdes y físico logrado de jugar al rugby por muchos años y esta es la historia de nuestros inicios en esta vida sexual muy activa.

Antes que nada debo hacer una pequeña introducción y los dos hechos que nos marcaron y nos llevaron a decidir que era esto lo que queríamos.

Uno el divorcio de unos tíos, donde el engaño mutuo los llevo a que se separaran y dos, el accidente fatal de un amigo nuestro, esas dos cosas nos hicieron reflexionar y nos prometimos que no tendríamos secretos entre nosotros y que la vida había que disfrutarla a full.

Al tiempo que paso esto (25 años atras), Gaby, una amiga de la infancia con la que fuimos al Jardín de Infantes, la primaria, la secundaria y la facultad nos invito a visitarlos a su casa en España donde vivía con su marido Andrés. Sin hijos aun y yo trabajaba en el estudio contable de mi papa y Pablo tenia feria judicial de mitad de año, más el reemplazo de un amigo logramos irnos un mes allá.

Ellos nos esperaban en el aeropuerto, Vivian en la Costa Brava, como ambientalistas, cuando subíamos las valijas al auto, ella se reía diciéndome, para que tanta ropa si acá usaras muy poca, a lo cual yo me reí. Llegamos a su casa, donde almorzamos y mas allá que estábamos cansados por el viaje, decidimos ir a la playa, ella me aclaro que ...

... en esa playa la gente andaba desnuda, pero yo, hasta ese momento no estaba preparada para eso, emprendimos la caminata, yo con un vestidito blanco y mi bikini abajo, mi amiga con una remera larga y los chicos con pantalones cortos. Al llegar, Pablo no podía creer lo que veía, hermosas mujeres todas en bolas, caminando como si nada por la playa y en mi caso hermosos machos con sus miembros al aire. Tiramos una grandes toallas en la areno, pusimos la sombrilla y al mirar a Gaby, ella me sonrió y se saco su larga remera dándome cuenta que no tenía nada abajo, dejando al aire una hermosa figura, tetas no muy grandes pero redondas y firme y un bello púbico bien trabajado y prolijo, Pablo no dejaba de mirarla, en ese mismo instante, Andrés quedo en bolas también, mi vista fu hacia su hermoso miembro, de tamaño similar al de Pablo.

Pablo me miro para ver que decía yo y con una mirada y seña le dije que hiciera lo que quería, así fue que se saco su pantaloncito quedando con su pija al aire, la misma que yo me comía desde hacia tantos años., Gaby se acerco a mi oído y me dijo "Pablito siempre me resulto lindo, pero al ver lo que tiene ahí, ahora me encanta" yo no supe que decir, solo una risita nerviosa se me escapo. Ella me dijo que me pusiera cómoda y la verdad que al estar todo el mundo desnudo, me sentía algo desubicada estando con mis dos pequeñas prendas, así que sin que nadie me digiera nada, me saque el corpiño, los tres me miraron y nada dijeron. Prepare todo para tomar ...