1. La señora Laura (Parte 2)


    Fecha: 21/02/2023, Categorías: Sexo Oral Autor: D. Alexander, Fuente: CuentoRelatos

    ... toda la cara y se lo metía en ocasiones en la boca para humedecerla, luego ella tomo el control, me frotaba la verga y lo escupía, se metió los huevos en la boca mientras me pajeaba, pasaba la lengua por el tronco y subía la mirada para encontrar la mía y así deleitarse viendo mi cara de placer y deseo.
    
    Lo metió completo en la boca mientras apretaba mis bolas, lo succionaba y lo soltaba, lo metía por completo en la boca hasta tocar la garganta haciendo gestos de querer regurgitar, entraba y salía dando chupadas, apretando con la boca, con la lengua frotaba, veía sus mejillas como se formaba un canal hundido en cada una de ellas.
    
    Le dije “voy a acabar, me voy, que rico, dale más, mama esa verga fuerte”.
    
    Ella lo saco de la boca me miró mientras subía y bajaba el forro; y me dijo con voz perversa – Quiero esa leche en mi boca, me la quiero tragar, me quiero alimentar con ella, quiero tragarme una parte y la otra derrámala en mis tetas y cara.
    
    Así fue, me siguió haciendo la paja y el primer chorro pego directo a su rostro abarcando parte de la frente y el cabello, el ...
    ... otro entre sus tetas chorreaba deslizándose hasta el ombligo.
    
    Acto seguido con ambas manos se sujetó fuerte de mis nalgas, dándole apretones fuertes, lo metió por completo en la boca, me estaba dando una mamada deliciosa hasta que exprimió todo mi pene dejándolo sin una gota de leche.
    
    Quede exhausto, ella pasaba los dedos por la cara y por las tetas para coger el semen y luego se metía los dedos en la boca, se los chupaba y saboreaba diciendo– Que delicioso sabor, me gusta.
    
    La tome de la mano y la reincorpore, abrí el agua de la ducha para así bañarnos, el agua corría por nuestros cansados cuerpos mientras nos besábamos.
    
    Enjabonaba su cuerpo y luego ella el mío, un silencio reinó mientras estábamos en ese divino ritual apasionado.
    
    Salimos de la ducha, secamos nuestros cuerpos y le dije “hasta la próxima” ella respondió con voz altanera– No soy tu perra para que cada vez que quieras coger yo esté a tú disposición. No sé si habrá próxima, medio sonrío y yo le respondí "sabes que a partir de hoy serás mi puta" sonreí y salí del baño directo a mi habitación.
    
    D A 
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