1. El primer Orgasmo


    Fecha: 21/02/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... las dos estuvimos completamente desnudas.
    
    Seguía recostada sobre mí y su mano empezó a jugar con mi vagina. Tuve que empezar a besarla para no soltar gemidos de placer. Su dedo húmedo se mezclaba con mi humedad. Como ambas teníamos las piernas cerradas, su dedo entró costosamente entre mis labios, encontrando con facilidad mi abultado clítoris, palpitante y deseador de más placer.
    
    Belén se deslizó lentamente, volviendo a jugar un par de veces más con mis pezones, mordiéndolos y luego bajando hasta que sus labios se posaron en mi centro. Incliné mis caderas para pegar más mi vagina contra su boca.
    
    Su lengua salió de su boca y me lamió toda. De arriba a abajo, empezó a lamer muy rápido mi clítoris. Mis manos, inconscientes, se posaron donde las suyas para separar aún más mis labios. Entonces, con una de sus manos, ella misma empezó a masturbarse, tocándose con rapidez e introduciendo uno de sus dedos en mi vagina, casi con la misma rapidez con la que me estaba lamiendo. Su lengua se detuvo justo cuando sus labios empezaron a succionar mi clítoris con fuerza y no pude más que gemir de placer. De pronto, noté más presión dentro de mi cuerpo, ahora debía estar metiendo dos dedos, los metía muy rápidos. Una de mis manos dejó de agarrar mis labios para avariciar su pelo y apretar un poco más su cabeza contra mi vagina, quería sentir más placer, sentir más su lengua.
    
    Belén empezó a gemir como una loca, yo conocía ese sonido…pronto tendría un orgasmo, pero no iba a dejar ...
    ... que ella misma se lo provocase…iba a ser yo.
    
    La obligué a acostarse boca arriba, me giré colocándome sobre su cuerpo para hacer un perfecto 69. Ella volvió a lamer de forma alocada mi clítoris y me hizo sentir más y más húmeda. Empezó a succionarme a la vez que su lengua acariciaba más mis paredes internas y sus manos ahora acariciaban mis nalgas.
    
    Lamí una primera vez, lenta y cuidadosamente, su sabor era muy agradable, la verdad, estaba terriblemente húmeda. Lamí lentamente una y otra vez hasta que limpie toda su lubricación y empecé a juguetear con su clítoris. Ella lamía y mordía el mío con fuerza, haciéndome sentir más de un espasmo y acercándome de forma peligrosa al orgasmo.
    
    Mordí su clítoris hinchado y ella se removió bajo mi cuerpo introduciendo de golpe dos de sus dedos, tuve que morder uno de sus muslos para no gritar de placer y que se enteraran mis familiares. Seguí lamiendo hasta que introduje mi lengua en su vagina mientras que pegaba más la mía contra su boca y ella lamía con más agresividad cada vez.
    
    Ahora, mis labios apretaban con fuerza su clítoris, mientras dos de mis dedos se introducían en su interior. Cada vez que los sacaba, los lamía…adoraba ese sabor, sabor a deseo, ese sabor que yo le estaba provocando.
    
    Así estuvimos largo y tendido hasta que ella tuvo que morder también mi muslo para no gritar de placer, cuando ambas estuvimos cerca del orgasmo, nos succionamos una a otra. Pude notar que ella también estaba a punto del clímax ya que ...