1. Juegos de castigo y placer


    Fecha: 12/02/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Después de un largo día de trabajo en la oficina, Marta; una mujer voluminosa que rondaba los 40, abrió la puerta de su casa lo más silenciosamente que pudo esperando encontrar a su novia “sumisa” realizando alguna de las tareas encargadas esa misma mañana. Mantenían una relación que se consideraría normal pero, de vez en cuando, les gustaba jugar para avivar su relación.
    
    Cruzó el pequeño pasillo que separaba la puerta de entrada de la sala de estar. Todo estaba ordenado pero reinaba un silencio extraño para la hora. Normalmente, Núria, estaría en su pequeño despacho con la música a tope y realizando cualquier actividad. Se acercó a la habitación que compartían y la vio dormida, tumbada boca abajo y completamente desnuda con un coño brillante por sus jugos. Una sonrisa maliciosa se dibujó en su cara. “Castigaría” a Marta por haber “osado” masturbarse y olvidado sus tareas.
    
    Volvió atrás, al comedor, se quitó la chaqueta del traje, abrió dos botones de su camisa blanca ajustada y se descalzó. Subió su falda hasta casi la cintura mostrando un poco de tela negra de su tanga y se dirigió, lentamente, hacia la habitación para sentarse en la cama y admirar el cuerpo de su novia. No vaciló e introdujo el dedo índice de su mano derecha en el culo de Núria. La chica se removió y gimió pero no abrió los ojos. Marta sabía que la había despertado pero, también, que a Núria le gustaba jugar.
    
    El dedo empezó a moverse entrando y saliendo del culo de su novia. Después de unos ...
    ... largos segundos, Núria levantó su culito para que el dedo la penetrara mejor. Marta le soltó:
    
    “¿Has estado zorreando mucho hoy, putita?” preguntó con una sonrisa amplia.
    
    Núria estremeció de placer al oír esas palabras y su coño empezó a mojarse otra vez.
    
    “He sido muy mala Ama” le respondió.
    
    “¿Ah sí? Cuéntame porqué” insistió Marta sacando su dedo índice del culo de la otra chica y dejando que ella se tumbara boca arriba con las piernas flexionadas.
    
    “Después de terminar todas las tareas, Ama, tenía mucho calor y me he desnudado. Al verme en el espejo, no he podido evitar tocar mi botoncito y meterme su vibrador preferido en mi chochete.”
    
    Marta sintió sus pezones endurecer y quedar apretados contra su blusa. Su tanga también empezaba a empaparse mientras oía a su chica confesar sus “pecados”. En su pensamiento, se iban sucediendo ideas para “castigarla”.
    
    “Sabes que tendré que castigarte, ¿No?” preguntó con voz de mando
    
    Núria levantó la cabeza y la miró con sonrisa pícara.
    
    “He sido muy mala Ama. Merezco que me castigue como usted desee”.
    
    Marta se levantó de la cama volviendo a ajustarse la falda casi a la altura de la cintura. Cogió el vibrador que había utilizado Núria y salió de la habitación.
    
    “Te espero en el salón zorra”
    
    Núria no tardó en seguirla exagerando su andar para que sus tetas botaran más. Sabía que verla así excitaba en demasía a su mujer. Marta se había sentado en una de las butacas y la esperaba con las piernas cruzadas ...
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