1. La amiga de mi madre (Parte II)


    Fecha: 01/02/2023, Categorías: Confesiones Autor: Donni, Fuente: CuentoRelatos

    De repente, escuchamos unos pasos entrar, era Jazmín, una amiga de Maritza.
    
    -¡Hola! ¡hola! ¡Mari! ¿Dónde estás?
    
    -¡Aah! Si, aquí estoy Jazmín, que te trae por acá –respondió Maritza, espantada, sin saber qué hacer.
    
    Sujetó mi cabeza para que me detuviera. Me hizo señas para que hiciera silencio y no me moviera. Ambos nos quedamos allí, en el suelo tras el mostrador, sin movernos. Jazmín se acercó al mostrador esperando ver a Maritza.
    
    -Nada más pasé a saludar, el idiota de Alberto me dejó plantada. ¿Puedes creerlo?
    
    -¿En serio? Que idiota y ¿qué harás ahora? –respondía Maritza desde el suelo indignada por la incómoda situación
    
    -No lo sé, creo que pasaré a casa de Ivana, me dijo que hizo un pastel y ya sabes, le quedan riquísimos, ¿los has probado alguna vez?
    
    De manera picara y atrevida acerqué mi boca a la vulva de Maritza y comencé a lamerla suavemente mientras ella trataba de continuar la conversación con Jazmín.
    
    -¡Oh dios! ¡Sí! ¡Qué delicia! –exclamó Maritza, debido al placer que le daba mi lengua.
    
    -Sí, son deliciosos –dijo Jazmín, creyendo que Maritza le estaba respondiendo.- Oye pero ya sal, ¿qué tanto haces allí? –replicó
    
    -Perdona que no me levante, es que estoy… Emmm… acomodando unas cosas acá abajo, si lo dejo será un desastre.
    
    -Bien, como quieras, oye ¿ya entraron las faldas nuevas que me contaste? –preguntó Jazmín mientras caminaba en la sala viendo las prendas.
    
    Yo continuaba con mi festín, Maritza hacía un esfuerzo sobrehumano para ...
    ... no gemir, sus gestos silenciosos me rogaban para que me detuviese. Pero podía sentir como esa situación la ponía más excitada ya que sus flujos y contracciones vaginales habían aumentado. Metí dos, luego tres y hasta cuatro dedos en su vagina, los sacaba y metía con fuerza estimulando su punto G.
    
    -¡No! ¡No! ¡No! –exclamó Maritza al sentir mis maniobras dentro de ella.
    
    -¡Carajo! Quería estrenar una en la fiesta del miércoles –continuaba Jazmín, quien sin darse cuenta, estaba hablando sola.
    
    -¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! ¡Oh por dios! ¡Ouh! –gimió inevitablemente Maritza. Al tener un intenso orgasmo que apretó mis dedos dentro de ella.
    
    -Mari, ¿estás bien? –preguntó Jazmín acercándose al mostrador preocupada.
    
    -¡Sí! ¡Sí! Estoy bien, no te preocupes, solo es un calambre, no es nada. –respondió Maritza, temblorosa pero hábil y creativamente.
    
    Maritza sacó mis dedos de su vagina lentamente y me pidió nuevamente que me detuviese un momento.
    
    -Entonces… ¿te parece si te llamo más tarde? Estoy un poco ocupada por ahora, lamento no poder atenderte apropiadamente –dijo Maritza.
    
    -Bueno, más te vale que me llames, suficiente enfado tuve con Alberto, no quiero rematar contigo. Jaja. –dijo Jazmín mientras caminaba hacia afuera.
    
    -Prometo que te llamaré. Oye Jazmín, hazme un favor y cierra la puerta cuando te vayas, dejaré de atender temprano hoy –dijo Maritza mientras me guiñaba el ojo de manera picara.
    
    -¡Está bien! Hablamos luego. –salió del local y cerró la puerta.
    
    Maritza se ...
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