El billar él y yo - Relatos Eróticos

El billar él y yo

... consiguiendo erizar mi piel – besa mis glúteos pasando la lengua – replico me encanta - “Cielo nos pueden ver” “Tranquila no pasa nada” – dice – solo le coloco bloqueador a mi mujer – y baja sus manos por mis piernas y las vuelve a subir para acariciar mi entrepierna, subo el trasero como si se lo ofreciera el pasa sus dedos por mi humedad vagina dejando entrar su dedo central – gimo y muerdo mis labios, retira su dedo y va abriendo un poco mas mis piernas para volver acariciar mis labios mayores tocar mi humedad y retirar nuevamente su dedo – trato de voltearme y no me lo permite, me pide extender los brazos a los lados, lo hago y el sube sus manos por mi espalda, recorriendo mis hombros y pasa sus manos para acariciar el borde de mis senos – contraigo mi vagina repetidas veces, pasa su dedo índice por mi boca lo lamo y chupo imaginando que es su pene, lo retira – le digo estoy muy excitada vamos a la habitación hacer el amor, ahora vamos disfruta, ya sus manos están acariciando mis nalgas pasa sus dedos por debajo de la tela y las separa acariciando mi ano, lo frota con la yema de sus dedos, le digo cielo nos van a ver – nadie nos vera – te gusta? Pregunta – con la respiración entre cortada respondo mucho – me estremezco – no siento ya sus manos por mi cuerpo – me volteo boca arriba me mira con asombro y se acerca y nos besamos - acaricia mi cuello, deslizándolas sobres mis senos desnudos – tengo los pezones duros – los sostiene con sus manos mientras les da pequeñas ...

... mordidas – los engulle con su boca - gimo- mis piernas están cruzadas haciendo fricción sobre mi vagina mientras estallo en un extraordinario orgasmo. Acerca su boca a la mía y me da un tierno beso con un te amo – y yo a ti cielo.

Se queda sentado a mi lado mientras me recupero toma el top del traje de baño del suelo lo sacude y coloca sobre mis senos – me alcanza una botella de agua bebo y se la devuelvo – le pregunto imagina si alguien nos vio – esperanzada en que su respuesta sea nadie nos vio - a lo que responde esos chicos de allá se estarán pajeandose en tu honor, al igual que el señor de aquella silla, haciendo un gesto con los labios. Me sonrojo exclamando que vergüenza – mientras me siento y cubro mis senos desnudos con los brazos entre lazados – le pido si me puede ayudar con el vestido se queda sentado con las piernas un poco abiertas – toma el vestido del bolso y lo coloca en su hombro, me pide que me levante – muerdo mis labios – me excita solo imaginar lo que hará – me levanto cubriendo mis senos con mis brazos entre lazados - me paro frente a él besa mi abdomen y sus manos acaricia mi trasero pasando sus uñas esa sensación de dolor y placer eriza mi piel – suelto mis brazos y llevo mis manos a su cabeza y lo acaricio – se levanta – mis senos han quedado expuesta ante la vista de esos jóvenes, “que están tocando, acomodando o restregando sus miembros por sobre la telas de sus short” . Toma el vestido yo subo las brazos y él lo deja caer por mis hombros, mis pezones ...