1. Dos desconocidos me cogen en el avión


    Fecha: 27/01/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Me presento, soy Lola, tengo 20 años y vivo en Argentina. Mido 164cm, tengo el pelo castaño muy clarito y largo. Mi culito está bien formado por el ejercicio pero lo que más llama la atención son mis enormes tetas. Soy muy blanca y mis pezones rosas enloquecen a cualquiera.
    
    Lo que les voy a contar ahora sucedió el año pasado cuando yo volvía de un viaje al exterior. Mi avión salía de París a Buenos Aires, el vuelo duraba unas 13 horas. Los asientos eran de a tres y a mí me tocaba el del medio. Como en Francia hacía calor, ese día yo llevaba una pollerita negra que no me tapaba del todo, una camisa blanca y tacos. Para cuando subí al avión, los asientos a mis lados ya estaban ocupados.
    
    Del lado de la ventana, un hombre de negocios vestido de traje que tipeaba en su computadora, serio. Del lado del pasillo, un chico joven, de veintitantos, que miraba su celular distraído. Cuando llegué, puse mi maleta de mano en el guardaequipaje de arriba, lo que hizo que se me levante la pollera. Sentí los ojos del chico más joven clavados en mis muslos. Una vez acomodada la valija, tuve que pasar por arriba de él para llegar a mi asiento, y no perdí la oportunidad para darle una buena vista de mi culo, rozándolo con su rodilla. Me senté y me puse cómoda, con las piernas ligeramente abiertas. Las primeras horas del vuelo transcurrieron tranquilamente. Aproveché para dormir varias horas. Llegada la noche, sentí ganas de ir al baño. El chico dormía, así que pasé sin más. Al caminar por ...
    ... el pasillo vi cómo todos en el avión dormían. Nosotros estábamos al fondo, bien ubicados en una esquina. Como nadie estaba despierto decidí abrirme un poco la camisa para liberar mis grandes tetas. Las masajee y jugué con ellas unos segundos. Volví a mi asiento, pero al pasar por arriba de mi compañero, pasó algo inesperado. Mientras pasaba por arriba de él, puso una de sus rodillas entre mis piernas. Estaba ahora despierto. Lo miré sorprendida. Tenía una gran erección, y verla me puso muy caliente.
    
    No hizo falta decir nada. Me senté arriba de él y comencé a frotar mi culo en su bulto. Puso sus manos en mi cintura para pegarme más a él, mientras yo sentía cómo mi tanga empezaba a mojarse con mis propios fluidos. Subió sus manos a mis pechos, los agarró desde atrás y los acariciaba y apretaba, jugando con mis pezones. Me hizo un gesto para que me levante un segundito y mientras él sacaba su grueso pene del pantalón, yo aproveché para revisar que nadie estuviera despierto cerca. Él me corrió la tanga y al sentarme puso la punta ya mojada de líquido preseminal en mi vagina. Empezó a frotarla contra mi clítoris y a llenarla de mis fluidos, hasta que de repente la metió y se me escapó un suspiro. Su verga era más larga que gruesa pero se sentía muy bien.
    
    Comencé a saltar despacito mientras el desconocido me cogía ahí mismo, frente a todos. Yo estaba completamente fuera de mí, quería más, me excitaba muchísimo que alguien que no conocía me estuviera cogiendo así. Me sentía una ...
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