1. Compartiendo a Sofía


    Fecha: 25/01/2023, Categorías: Incesto Autor: EmmaReyRey, Fuente: CuentoRelatos

    ... del brazo a su esposo. "Miren quien viene allá".
    
    Mientras yo meditaba en esa opción de tener a mi hija conmigo en la empresa además de en casa, Daniel y Duncan aparecieron, los inversionistas del mercado europeo. Ambos eran hermanos, Daniel rondaba los cuarenta y cinco y Duncan los cincuenta y dos, eran divorciados pero siempre traían consigo algún jovencito acompañándolos, "pasantes", decían ellos. Fornido era Duncan con un porte firme, músculos rígidos por el gimnasio, barba impregnada de canas, ojos azules detrás de las gafas. Daniel no usaba gafas, ni barba, era más delgado y serio. Intercambiamos palabras vagas, que el mercado aquí, que la bolsa allá, que las ganancias, bla, bla, bla... Fuimos a la sala tras dar una vuelta y ver las pinturas, Martha nos ayudaba con los conceptos y las explicaciones, se nos unió Catrina, una posible socia de Brasil, piel morena, ojos pardos y una melena rizada castaña que le caía en la espalda, todos los rasgos que podrían esperarse de una deliciosa brasileña de treinta y ocho años pero el acento británico en su inglés, por todo el tiempo que vivió en Londres antes de regresar. Nos ubicamos en los divanes.
    
    "Es bueno tenerte, Catrina, y es bueno que pudieran venir" dije luego hacia los hermanos Daring. Eché un vistazo hacia Sofía al otro lado de la sala, ella también me miró y me sonrió, el viejo Garred le estaba acariciando una teta también, ella le escucha atentamente mientras él aparentemente le explicaba algo referente a ellos, ...
    ... se los levantaba, le pasaba un dedo por el borde del top del vestido, escabulléndolo dentro. Ella sentía y sonreía.
    
    "¡Por Dios, ¿esa es Sofía?!" preguntó Daniel al darse cuenta que me perdía de la conversación. Su mirada siguió a la mía y vio lo que yo veía, pronto la atención de todos se centró en Sofía. "Pero si está riquísima la nena. Llámala, que nos venga a saludar".
    
    "Claro. ¡Sofía!" llamé y ella se giró a vernos, el viejo Garred alejó sus dedos arrugados de ella y levantó la copa como saludo, al cual respondí con el mismo gesto. Ella se despidió de él con otro beso en la mejilla y él la dejó ir tras una cachetada en ese culazo. Llegó meneando sus caderas pero no alcanzó a llegar a mí porque Daniel estiró una mano y la tomó de la muñeca, la hizo sentarse en sus piernas.
    
    "¡Ven aquí, Gatita! Llevo mucho sin verte, llego y estás así: hermosa, riquísima... ¿cuándo creciste tanto?" Le dijo dándole un beso en el cuello y deslizándole una mano por la espalda y otra por la cintura, sus manos eran tan grandes y la cintura de Sofía tan pequeña que la abarcaba casi por completo. Sofía se reía y sacudía por las caricias de Daniel, me hizo muy feliz verla tan sonriente y satisfecha con la atención. "¿Me extrañaste?"
    
    "Sí, mucho. ¿Me trajiste algo de Paris?" preguntó ella, manteniendo sus piernas muy juntas aún, pero las piernas largas y firmes se le veían fenomenales.
    
    "Claro que sí, pero no lo tengo aquí porque no estaba seguro de si te vería. Iré a visitarte a tu casa y ...
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