1. Me convierto en una puta infiel


    Fecha: 24/01/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Mexico.
    
    =========================== EPILOGO ============================
    
    Unos 30 minutos después llegaba a mi casa, y ni bien estacionaba mi auto cuando ya mi odioso y regordete vecino salia a 'recibirme' como lo hacia usualmente casi a diario.
    
    -'Holaaaa! Que tal tu dia? -preguntaba de forma casual, como si fueramos los mejores amigos. Si bien con el tiempo le habia tomado cariño al chaval, tampoco era como para portarnos como si fueramos los grandes amigos. Quizas complices, pero amigos aún no.
    
    -'Bien, o mas que bien diría yo. Vengo muerta y ya te imaginaras porqué' – le dije guiñandole un ojo.
    
    -'Vienes despeinada, con el maquillaje corrido y caminando toda abierta. Te cogieron, verdad?? -respondió mi vecino sin pensarlo mucho, con un tono que denotaba sus celos.
    
    -'Uff....y que lo digas. Me reventaron el culo y me lo llenaron de leche. Traigo tanto semen dentro de mi que si no lo cago, lo vomito' -respondí divertida. Sabia que yo era su crush y me encantaba provocarlo, jugar con ...
    ... el. Darle celos.
    
    -'Porque eres asi? Porque me presumes tus aventuras y no me das oportunidad a mi de estar contigo? Sabes que yo te quiero bien' -dijo en un tono triste que no pude evitar sentir un poco de pena por el.
    
    -'No digas tonterias, chaval. En primer lugar, tu solito vienes a preguntarme. En segundo....me quieres bien?? Que significa eso, hahaha? Y en tercero y mas importante, aun no cumples la mayoria de edad y no quiero terminar metiendome en problemas con la ley. Y con permiso, que tengo que darme un baño. Eres mi vecino y mi complice y en serio que te aprecio. Pero ni loca me meto contigo. Hasta luego' -le dije mientras me encaminaba a la puerta, dejando a mi pobre vecino parado en el frente de mi casa, no sin antes dedicarle una de mis horribles sonrisas.
    
    Habia sido un poco dura con mi vecino, pero ni modo. Me encantaba ser una perra, o una bitch, como decimos acá en Estados Unidos. Lo que no sabia era que pronto, muy pronto, la vida se encargaría de cobramelas todas juntas. 
«1...3456»