1. La fiesta secreta


    Fecha: 23/01/2023, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... negro de polla enorme le follaba la boca con sus manos en su cabeza marcándole el ritmo. Un blanco, la apretaba contra una barra hasta hacerle daño en el vientre mientras le follaba el coño cada vez a más velocidad. Notaba como sus pezones se endurecían y se retorcían sobre sí mismos por el placer. Sentía como la polla del negro llegaba hasta la campanilla provocándole arcadas. La del blanco, no tan grande, se incrustaba en el fondo de su vagina produciéndole escalofríos de placer en su columna. La barra se clavaba en su vientre con distinta fuerza a medida que el chico que tenía la mano en su espalda ejercía más o menos presión. Mar estaba a punto de estallar.
    
    Sus muslos tenían calambres. Su respiración estaba entrecortada. Y su clítoris estaba más hinchado que nunca. A punto de llegar al orgasmo los chicos pararon. Hans gritó de placer mientras se corría en la boca de su anfitriona.
    
    Los chicos llevaron a Mar hasta una pared. Allí ataron sus manos a la pared. Susana, se puso de pie. Se quitó el vestido y quedó totalmente desnuda ante sus invitados. El cuerpo de la mujer era espectacular. Unas tetas grandes que, pese a sus más de cuarenta años, seguían desafiando a la gravedad. Su cintura se estrechaba antes de ampliarse en sus caderas. Su sexo estaba cubierto por una franja de vello realmente sensual.
    
    Susana se colocó delante de Mar, que ya estaba desnuda. Sin darle opción la besó metiéndole la lengua hasta lo más profundo mientras con su mano comenzó a acariciar ...
    ... sus tetas. Las amasó, primero una y luego la otra. Pellizcaba sus pezones con la presión justa para conseguir ese dolor placentero que tanto la ponía. Mar estaba entregada al beso de Susana. La anfitriona siguió con su mano, descendiendo hasta su coño. Acarició el triángulo de vellos de Mar antes de utilizar su dedo corazón para separar los labios vaginales e introducirlo poco a poco en el interior. Ambas mujeres parecían haber perdido la noción del tiempo y sobre todo que estaban rodeadas por tres hombres que se deleitaban con el espectáculo lésbico que ellas estaban dando.
    
    Susana cambió en un segundo. Ahora agarraba la melena de Mar y la obligaba a echar la cabeza hacia atrás. Su boca se dirigió hacia uno de sus pezones que, tras lamerlo con hambre, lo trilló con sus dientes y tiró de él. Con su mano libre comenzó a masturbarla, metiendo y sacando tres dedos de su coño antes de moverlos frenéticamente contra su clítoris. De la boca de Mar salía un grito ahogado a medio camino entre el placer y el dolor:
    
    -Disfruta perra, disfruta. –Susana no paraba de masturbar e insultar a su invitada.
    
    El cuerpo de Mar se tensó, su espalda se curvaba hacia atrás sacando sus maravillosos pechos que volvían a estar entre los dientes de Susana. Sus piernas comenzaron a flaquear. En su cabeza la imagen de los tres hombres desnudos presenciando aquella imagen de masturbación lésbica fue superior a lo que podía soportar. Desde sus muslos, un calambre recorrió su cuerpo antes de correrse de ...
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