1. Cazadora cazada


    Fecha: 06/01/2023, Categorías: Confesiones Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos

    Cuando conocí a Fernanda, quedé admirado por varias razones: la primera su hermosura, una mujer de 30 años, casi de mi misma altura, 1.70 morocha, de ojos grises espectaculares, un físico tremendo, cola, pechos, cintura; la segunda, su sonrisa franca, sincera; la tercera, su gestualidad, sus manos hablaban casi tanto como su boca; la cuarta, su personalidad, lograba que cuando entraba a un lugar con mucha gente, todos volteara para verla.
    
    Ella era Jefa de ventas de una empresa de computación, y era de las muy buenas. Cuando charlábamos en las presentaciones que organizaba con otros invitados, todos decían lo mismo: te vende cualquier cosa, te tenés que cuidar.
    
    Justamente fue en una presentación de las nuevas computadoras. Estaba muy bien organizada, con asistentes de ventas en cada equipo explicando una y mil veces las capacidades. Ella recorría todo el salón charlando con cada uno. Yo estaba mirando una computadora y sentí que alguien me miraba. Levanté la vista y ella me miraba desde otra computadora, a unos 5 metros. Minutos después, se acercó a mí.
    
    “Hola Claudio, que grato que haya venido, muchas gracias. Soy Fernanda Fuentes, Jefa de Ventas. ¿Ha podido ver los nuevos equipos? ¿Tiene alguna duda de que son los mejores?
    
    “Un gusto Fernanda, veo que es tal cual me la describieron”
    
    “Huy, que le habrán contado.”
    
    “Que es excelente en lo suyo.”
    
    “Perdón que sea directa, ¿Qué edad tiene Claudio?”
    
    “40 años”
    
    “Me parecía mucho menos, no te daba más de ...
    ... 35. Perdón, ¿te puedo tutear? Dijo con un mohín, y una sonrisa pícara.
    
    “Por supuesto, y si no te molesta, haré lo mismo.”
    
    “Obvio, Claudio. Es tradición que cuando tenemos un nuevo posible cliente, lo invitamos a almorzar o cenar, a elección de la persona. ¿Qué preferís?”
    
    “Normalmente no almuerzo, prefería una cena.” Dije.
    
    “Te llamo en la semana y acordamos. Te dejo que sigas mirando. Cualquier duda, me avisas, o lo charlamos en la cena. Ah, no te avisé que la cena es conmigo. A menos que tu señora te haga problemas.”
    
    “No te hagas problema por eso.”
    
    Y se fue caminando con la seguridad que la iba a mirar irse… Lo estaba haciendo cuando se dio vuelta y me sonrió.
    
    El jueves a la tarde me llamó a mi celular.
    
    “Claudio, soy Fernanda, de CompuVip. ¿Soy inoportuna?”
    
    “Hola Fernanda, no para nada. Decime.”
    
    “Es por la cena que te debo. ¿Podes mañana?”
    
    “Ningún problema, es más, prefiero que sea viernes. ¿Dónde nos encontramos?”
    
    “Nooo, la invitación es all inclusive, te pasa un auto a buscar por donde digas, así podes tomar alcohol tranquilo. Este es mi celular, ¿me pasas tu dirección?”
    
    “Dale, ahora te mando un mensaje.”
    
    “Genial, te paso a buscar a las 21 Hs. Nos vemos mañana, un besito.”
    
    “Nos vemos.”
    
    Esta mujer es terrible, pensé. No voy a negar que me atraía.
    
    Al día siguiente, muy puntualmente llamaron a mi portero eléctrico, avisando que me esperaban. Cuando bajé me encontré un auto alemán, el chofer abrió la puerta y sorpresa, Fernanda ...
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