1. Torturando por una apuesta


    Fecha: 05/01/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Llevaba mes y medio casado con María y seguramente eran los 46 días e los que menos había trabajado en mi vida. La verdad es que era muy jodido levantarte de la cama cuando tu mujer no solo te despierta con una mamada sino que no permite que te corras en su boca porque se monta en tu polla a cabalgar un rato sin dejar de nuevo que te corras. O lo difícil que es volver a irte a la oficina después de comer cuando tu mujer te dice que el postre te espera en la habitación, o incluso cuando un SMS te entra durante una reunión en la oficina con el texto “si llegas antes de las siete me puedes sodomizar sin miramientos” y cierto era que corría a la cama a esperarme con el culo en pompa si oía la puerta del garaje abrirse
    
    María disfrutaba de todas las novedades a nivel sexual que su recién estrenada condición de mujer casada y altamente follada le ofrecían.
    
    Fue un día por casualidad viendo el ultimo capitulo de la tercera temporada de Vikings en la que por alguna extraña razón, el conde que defendía la ciudad de Paris de los vikingos, llevaba a visitar las mazmorras a una preciosa cortesana. La cortesana se excitaba en la pantalla al ver las cadenas colgando del techo e imaginándose loas horrendas sesiones de tortura que aquello debió de vivir. Sin entender muy bien como eso casaba en el guion, en la siguiente imagen aparecía la cortesana desnuda, encadenada de pies y manos a las cadenas de la mazorra y con el duque a su espalda con un látigo en la mano. La cortesana ...
    ... suspiraba cuando el conde dejaba caer las colas del látigo por su pecho desnudo rozando sus pezones. La cortesana pide ser azotaba y de hecho lo es. Yo he de conocer que la escena me puso a mil, pero a María la debió de sacar de quicio pues cuando esa noche la montaba con dureza, María me dijo entre gemidos que le encantaría ser atada y sometida a latigazos.
    
    En la vida una mujer me había hecho soltar tamaña cantidad de leche al correrme, me había puesto a mil.
    
    No hacía falta que María me lo repitiese, la empezaba a conocer y lo cierto es que la ex monja cuando la monja decía algo, es que lo decía de verdad.
    
    Durante día me planteé que hacer y la solución estaba en los tornillos Hilti de gran carga. Una suerte de tornillo que se abre al meterse en una pared y sencillamente no hay dios que los suelte. Esa misma tarde llamé a una empresa que encontré en internet y les pedí que esta noche fuesen a mi casa a poner unas argollas en el techo del gimnasio de mi casa, en las paredes, e incuso dos en el suelo, estos con la argolla enroscable.
    
    Los trabajos estaba finalizados la mañana siguiente. Ese medio día a la hora del postre, el chocho de María estaba licuado, la chica no era tonta y sabía del porqué de esas argollas.
    
    Pensé en compara una correas, pero a maría se le habían puesto los pezones tiesos con unas cadenas y con unas cadenas iba a ser azotada.
    
    Pase al salir del trabajo con el 4x4 a buscar las cadenas, un juego de correas, un par de látigos, antifaces y demás ...
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