1. El gran huracán (Parte 2)


    Fecha: 08/12/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: SebastianYLN, Fuente: CuentoRelatos

    Llegamos al área metropolitana para encontrarnos filas en las gasolineras y los supermercados abarrotados. El huracán que se acercaba había atraído la atención de todos dado a su tamaño y trayectoria. Hice las diligencias que entendí necesarias y fui a mi apartamento a hacer los preparativos para el inminente embate de del huracán. Como pude protegí mi propiedad y procuré que mis familiares que viven distante a mi estuvieran seguros. Una vez supe que ellos estarían seguros me fui a mi apartamento a ver que más podía hacer. Durante el camino recibí tres llamadas de mi madre recordándome que mi apartamento estaba muy cerca del mar y dado a que estaba en un piso alto ella entendía que no sería seguro pasar el temporal allí.
    
    Tanto fue la insistencia de mi madre que comencé a buscar lugar donde refugiarme los días siguientes. Muchas de las personas a las que llame ya se habían ido con familiares. Realmente mis opciones se estaban acabando. Como último recurso contacte a Jaime mi amigo del bote. El me comentó que pasaría la tormenta en la casa de Rosabel. No recordaba que ella tenía una casa grande lejos de la costa y que al momento me pareció segura.
    
    Llamé a Rosabel y le pedí albergue. Ella me dijo que tenía mucha gente ya en su casa, pero que yo siempre era bienvenido. Me dijo que podía dormir en el “family room” de la casa y para mi pareció perfecto. Busqué el bulto que había hecho y me fui a su casa antes de que entrara la noche. Cuando llegue vi que ya en la casa había ...
    ... varias personas. Jaime, Rosabel y algunos familiares de ella. Conocí a todos mientras me acomodaba en mi área. El ajetreo del preludio de aquella emergencia había acabado. Me senté en sofá que sería mi cama y bajé revoluciones. Una vez tranquilo volvió a mi mente Juliana. El recuerdo fue tan real que hasta me pareció percibir su presencia.
    
    Encendí el televisor para ver los informes del tiempo. Entre las advertencias del reportero y el bullicio de la gente que por allí estaba pude notar aquella voz. La voz que me había enloquecido horas antes. Ya mi atención no le pertenecía al reportero, ya mi estadía había cambiado.
    
    Disimuladamente me fui a donde estaba el grupo y allí la vi. Fui a su encuentro y le di un abrazo como si no la viera en años. Jamás el que me veía allí pensaría que hacía menos de un día que había dejado de verla. Ella correspondió mi abrazo y me dijo que me agradecía el consejo que le había dado. Antes de despedirnos del viaje en bote le dije que no pasara la tormenta sola. Ella quien recién había terminado su relación se había mudado a un nuevo lugar y no era conveniente que se quedara allí pues ni conocía bien ese lugar. Rosabel le había comentado lo mismo y fue a la primera persona a quien le extendió la invitación.
    
    Ya era cerca de las siete de la noche y se empezaban a sentir las primeras ráfagas de viento. La madre de Rosabel sirvió chocolate caliente y todos compartimos en la sala los últimos minutos de energía eléctrica. Una ráfaga fuerte causó ...
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