1. Los vecinos


    Fecha: 27/11/2022, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Buenas, Soy Roberto, 31 años, 1.87 m, castaño con el pelo un poquito largo, complexión fuerte y bastante cuidado, sin excesos, no soy un chico 10, pero gusto.
    
    Soy de Toledo, e hice toda la carrera (una Ingeniería) y posterior vida laboral en Madrid, estoy soltero, he tenido muchas “novias” de poco tiempo, no me convencen las relaciones fijas.
    
    En mi trabajo las cosas me van muy bien, Jefe de Departamento de una Multinacional, y como siempre se ha dicho, para subir hay que moverse, … se presentó la oportunidad de una plaza de Director en Córdoba, varios que tenían más antigüedad, lo rechazaron por aquello de la familia y que era una ciudad “pequeña” y perdían vida social, así que de forma inesperada la plaza fue mía.
    
    Cuando me incorporé (marzo 2009), en plena crisis, todo estaba manga por hombro, así que me dediqué al trabajo en cuerpo y alma.
    
    Alquilé un apartamento en un edificio de reciente construcción en una zona nueva de la ciudad (no me gustan las viviendas viejas), donde empezaban a conocerse los vecinos y a tener algo de relaciones, el edificio tenía unas zonas comunes con una buena piscina, pista de pádel, zona infantil, etc.
    
    Llegó el calor, y muchas tardes y los fines de semana me bajaba, me instalaba en una hamaca alejada, y me daba algún bañito, mientras trabajaba en el portátil.
    
    Mi hermana, me había regalado en Navidad (como broma) un aparatito (chino) que se acoplaba con un pequeño programa al móvil, tableta, portátil, etc, con forma de lapicero, ...
    ... y que te permitía amplificar el sonido de una conversación que no estuviera muy lejos (unos 35/40 mts). No séporque no lo tiré, pero en el traslado apareció, y pensé que si funcionaba, me podría aportar algo en el trabajo. Así que lo instalé en el portátil y empecé, medio en broma medio en serio, a probarlo en la piscina, no era fácil direccionarlo bien, al principio todo se mezclaba, hasta que fui mejorando la técnica.
    
    Un sábado, estaban tres hombres de unos 45 años hablando en corrillo, uno calvete regordete, otro moreno alto, y el otro con el pelo canoso y también barrilito, al canoso que estaba de espaldas no lo oía, pero a los otros dos, sí, … criticaban a alguien, … de pronto, el calvete, dijo
    
    Calvete: … ese tío es gilipollas, que os lo digo yo, que lo sé de buena tinta …..
    
    Moreno: … pero tú lo conoces de algo, porque yo no lo conozco de nada y apenas lo había visto antes, debe de ser nuevo.
    
    Canoso: ... tico …blo … ………..
    
    Calvete: Si es ese, que vive en el ático de tu bloque. Coño,si es “ese” el gilipollas, el de las gafas de espejo que está allí al fondo, con el portátil.
    
    Ese era Yo.
    
    Me quede paralizado, no conocía de nada a ninguno de ellos, y centré a tope la conversación. Siguieron hablando un buen rato entre risas y chulerías, … quedó claro que no me conocían de nada, simplemente el calvete “me había tachado de gilipollas por el aspecto, sin haber cruzado una palabra conmigo”, me quedé con sus caras e iría averiguando ...
    
    Días después, volví ...
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