1. Mario (12 de 22): La mentira tiene el camino corto


    Fecha: 24/11/2022, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... precioso. -me sujetó de los hombros y se inclinó besándome la boca. Algo seguía martilleando en mi cabeza, aquel no era el recibimiento que esperaba.
    
    -He pensado tanto en mi pequeño, tantos días sin verte me ha supuesto un infierno. Te necesito pequeño, no sabes cuanto. -me besaba desaforadamente toda la cara, su bigote me raspaba el rostro de lo apretado que lo hacía, y empezaba a sentir como se apretaba a mi cuerpo.
    
    -Cálmate Guillermo, por favor me estas asustando. -como respuesta empezó a querer bajarme los pantalones mientras me llevaba hacía un enorme sofá chester de cuero, al lado de la ventana y donde más claridad había.
    
    Aquello no era normal, sentía pegado en mis nalgas el tremendo bulto de la entrepierna de Guillermo, parecía urgido y necesitado hasta un límite insospechado y que yo nunca le había visto.
    
    -Necesito hacerte mío bebé, lo necesito ahora, he pasado muchos días sin ti.
    
    -No Guillermo, por favor, va a llegar Robert.
    
    -No te resistas bebé. Tenemos tiempo, tardará con lo que tiene que hacer. -era imposible luchar con aquel hombre, me controlaba y dominaba como si yo fuera un simple muñeco, prácticamente sentía que iba a violarme, me tiró sobre el sofá, me sacaba los pantalones a la fuerza hasta dejarme con ellos y el slip colgando sobre los pies.
    
    -Está bien Guillermo, haré lo que quieres y no me resistiré, pero vamos a tu habitación, que sea allí por favor. -no atendía a razonamiento alguno, me levantó en sus ...
    ... brazos y me dejó colgado sobre un brazo del sofá, con el cuerpo hacia el asiento y las piernas al aire, el culo en pompa, desnudo.
    
    Él no se quitó el pantalón, se bajó la cremallera, el sonido restalló como una sierra al cortar madera. Por el lado libre del sofá, y mirándolo del revés, podía verle maniobrar, sacó su enorme verga, ennegrecida por el torrente sanguíneo que la llenaba endureciéndola, con una mano me separó las nalgas localizando mi ano y comenzó a penetrarme.
    
    Estaba seco, sin preparar ni dilatar lo más mínimo, el dolor era el mismo o mayor de cuando la primera vez me desvirgó, gemí y pensé que perdía el sentido, no tuve esa suerte, el martirio simplemente había comenzado.
    
    Entró del todo en mi cuerpo, y sin detenerse para que me acostumbrara, comenzó a follarme como ido, como un loco dando rugidos. El dolor era terrible, insoportable. Entonces escuché el ruido de algo que caía rompiéndose contra el suelo, cerca de donde mi cabeza colgaba, tintineos rodando sobre la madera, el sonido se detuvo cuando llegó a los flecos de la alfombra, justo a veinte centímetros de mis ojos, un aro de brillante oro, una anillo de boda. Otro sonido más lejano rebotó en la pared del fondo y el cantarín sonido se aceleró hasta terminar del todo.
    
    -¡Traidores! No quiero veros jamás en mi vida, a ninguno de los dos. -el sonido seco de una puerta al cerrarse, con un fuerte golpe lleno de furia, sonó como un trueno que retumbara en el aire seco del verano. 
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