1. La amiga de mi madre (Parte I)


    Fecha: 24/11/2022, Categorías: Confesiones Autor: Donni, Fuente: CuentoRelatos

    ... apretando sus exquisitas tetas. Su boca estaba ardiendo, su agitada respiración mostraba su desenfrenado deseo alimentado por la larga abstinencia de la soltería.
    
    Me incorporé frente a ella y acomodé su cabello atrás de su cabeza y la sujeté. Acaricié su mejilla y suavemente bajé su barbilla abriendo su boca la cual ya estaba salivando viscosamente. Asomé mi glande a su boca y de forma hambrienta Maritza comenzó a devorar mi verga con fuertes succiones. Masturbaba mi pene desde la raíz mientras se comía el otro extremo. La calidez de su boca era exquisita. Sus pechos colgaban balanceándose libres luego de haberlos sacado con mis manos.
    
    Estaba cumpliendo una maravillosa fantasía que hace tiempos deseaba. Lo que lo hacía más excitante era el hecho de que la entrada del su casa seguía abierta, veía a la gente en la calle pasar frente al su puerta mientras Maritza engullía mi verga deliciosamente. En cualquier momento podría entrar alguien y pillarnos en el acto.
    
    Saqué mi verga de la boca de Maritza, me arrodillé frente a ella que seguía sentada en el banquillo, sus tetas quedaban a la altura de mi boca y comencé a degustarlas con ansias.
    
    Lamí la periferia de sus pezones para luego mamar como un recién nacido aquellas tetas, succionaba fuertemente mientras jugueteaba su pezón con mi lengua. Mientras tanto una de mis manos apretaba su otro pecho y ...
    ... la otra mano masajeaba su vulva que destilaba jugos lubricantes en sus leggings.
    
    -Oh! Ah! Que delicia, uf! No puedo creerlo, esto no está bien Donni, ah! –me decía Maritza.
    
    -Acaso ¿no era esto lo que querías?, eres una zorra y ahora por fin serás mía –le decía descortés.
    
    El decoro entre nosotros había bajado a nivel de iguales. Ya no había más “usted” respetuoso. Ahora éramos amantes.
    
    Llevé a Maritza hasta el piso y una vez tumbada sobre su espalda, le arranque sus mojados leggings junto con su ropa interior. Su sexo era impresionante, ella llevó sus rodillas a sus pechos sujetando sus piernas y yo me lancé a devorar su hermosa vulva a placer.
    
    Sus labios eran carnosos, rosáceos, estaba totalmente depilada, sus fluidos vaginales escurrían por su ano. Bajé hasta su vagina, abrí su vulva con mis dedos y un clítoris endurecido emergió entre ellos. Inmediatamente comencé a lamerlo, lo lamía como un niño lame su paleta, endurecía mi lengua para meterla cuanto pudiese en su vagina.
    
    Ella gemía incesantemente de placer, se estremecía, sus piernas temblaban y su abdomen se contraía con cada lengüetazo. Introduje dos dedos y comencé a moverlos estimulando su punto G. Ella gozaba, apretaba mi cabello con su mano y acariciaba mi cabeza mientras yo devoraba aquel festín.
    
    De repente, escuchamos unos pasos entrar, era Jazmín, una amiga de Maritza... 
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