1. La amiga de mi madre (Parte I)


    Fecha: 24/11/2022, Categorías: Confesiones Autor: Donni, Fuente: CuentoRelatos

    ... era la única prenda que tenía puesta y que cubría la enorme erección que el cuerpo de Maritza me provocaba.
    
    -Sí, déjeme ver cómo le queda esa –me dijo, manteniendo la cortina abierta con una de sus manos.
    
    Maritza me miró de pies a cabeza mientras yo me colocaba lentamente la prenda. Sus ojos brillaban de deseo, su voz estaba temblorosamente nerviosa y una humedad leve podía notarse sobre sus leggings entre sus piernas.
    
    -Mmm, me parece que esa le queda bien, dese la vuelta, déjeme ver –dijo observando mi trasero mientras me giraba.– si definitivamente te queda muy bien, bonito bóxer por cierto, ¿qué marca es?
    
    Su pregunta era inusual, pero la curiosidad y el morbo de la situación hicieron que le siguiera la corriente.
    
    -American Clothes, creo.
    
    -¿Y te gusta usar de esa marca?, creo que tengo un par de esos que podrían interesarte –dijo mientras se giraba agachándose para buscar en el mostrador los dichosos bóxer.
    
    Podía ver como sus glúteos se ensanchaban y abrían cuando se inclinaba. Se puso en cuatro bajando su cabeza lo más posible, hurgando en el mostrador y dejándome su culo como espectáculo para que lo disfrutara. Los labios de su vulva se marcaban en sus leggings apretados y la humedad que dejaban escapar había hecho una mancha oscura en la tela que se expandía lentamente hacia sus muslos.
    
    Mi pene estaba duro y enorme. La humedad en la punta de mi glande había marcado mi ropa interior.
    
    -Aquí están –dijo, levantándose y llevándome las prendas.– ...
    ... Uy mira nada más, creo que si los necesitara después de todo. –dijo mirando mi evidente humedad.
    
    -Supongo que sí me servirán –respondí mientras tomaba las prendas.
    
    Se sentó en un banquillo frente a mí, con las cortinas abiertas y se quedó mirándome.
    
    -Bien, adelante muchachón, quiero ver cómo te quedan esos calzoncillos.
    
    Bajé lentamente mi ropa interior, como dejando que ella disfrutara de lo que veía y parecía gustarle mucho. Un enorme pene de 19 cm salió de entre mi ropa. Estaba totalmente erecto, hinchado fuertemente, las venas recorrían toda su longitud desde el tronco al glande. Una inflamada cabeza brillaba en un extremo y por el otro extremo, debajo, unos testículos colgantes, completamente llenos y urgidos por descargarse.
    
    -Vaya, se ha convertido en todo un hombre. –dijo Maritza con un tono de excitación y lujuria.
    
    -¿Le parece?
    
    -Claro, no había visto un pene de semejante tamaño jamás. No entiendo como sigues soltero. Con semejante herramienta ha de volver locas a las chicas.
    
    Los pezones erectos de Maritza resaltaban de su ajustada blusa, sus pechos se asomaban levemente fuera de sus tirantes. Deslizó sus manos al medio de sus piernas, apretujando y levantando sus pechos con sus bíceps. Sus manos comenzaron a acariciar su sexo delicadamente. Sus fluidos habían escurrido en el banquillo que ya se notaba húmedo.
    
    Me acerqué a ella, me incliné buscando su boca con la mía y la besé apasionadamente mientras una de mis manos hurgaba entre sus sostén ...