1. La mirada de zorra


    Fecha: 22/11/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la cadera y alrededores.
    
    - Nos aprovechamos de su magnetismo para hincharnos a follar los dos. El ponía su carisma natural y yo filtraba a las chicas. Era fácil, ¿sabes? Eran tantas las que que querían zumbárselo que no era complicado ir conociendo sus nombres. Solo bastaba hablar con la gente adecuada. Cuando elegías la siguiente presa, primero les presentabas y luego dejabas que fuera Álex quien le propusiera a la chica el trío con él y conmigo.
    
    - Y, por lo que cuentas, solían aceptar... -le interrumpí.
    
    - Aceptaban -confirmó-. Y el comportamiento de la mayoría nos hizo subir la apuesta. Nos dimos cuenta de que, la gran mayoría, aceptaban de manera sumisa tan solo por la excitación que Álex les provocaba. Dirían que sí a cualquier cosa solo por tener sexo con él. Nos afectó a los dos... Yo me sentí totalmente despreciado, un cero a la izquierda, y Álex, aunque fortalecido en su ego, lamentó no encontrar mujeres que pensaran libremente, que no estuvieran abducidas por su magnetismo. No había inteligencia en aquellos pibones con los que follábamos.
    
    - Y, lo de subir la apuesta, ¿fue?... -le pregunté.
    
    - Alicia... -respondió Javi para respirar hondo a continuación y antes de seguir hablando-. Alicia fue el motivo por el que dejamos de ser tres en la cama... Subimos la apuesta al empezar a buscar mujeres que no follaran por inercia, sino por convicción. Y Alicia era un tía así, segura e inteligente, justo lo que Álex buscaba. Follamos juntos unas cinco o seis veces ...
    ... hasta que, al final, decidimos dejar de hacerlo. Por ese tiempo coincidió también que yo empecé a salir con Clara y, aunque quedábamos los cuatro como amigos de vez en cuando, la tensión que nuestro pasado le provocaba a Clara hizo que termináramos por perdernos la pista.
    
    - ¿Por qué decidisteis dejar de hacerlo?
    
    - En el momento en que nos dimos cuenta de que, el modo en que crecían los momentos entre ellos dos, nos pasaban factura a los tres, comprendimos que ya tocaba pasar de nivel.
    
    - Te volviste a sentir ninguneado -le dije a modo de media pregunta.
    
    - No, no fue eso -me respondió-. Es que, lo siguiente, habría sido formalizar una relación a tres y ninguno lo queríamos por diferentes razones. Y eran muchas razones con las que estar de acuerdo.
    
    - ¿Qué fue de ella? ¿Siguen juntos?
    
    - No, por lo que se ve rompieron hace unos años.
    
    - ¿Y cómo convencíais a las chicas para los tríos?
    
    - Como las chicas ya me conocían porque yo solía ser quien les presentaba, luego solo bastaba encontrarnos los tres, por casualidad, en el momento oportuno: Un bar, una cena de pandilla en una casa...
    
    - Una playa nudista... -añadí.
    
    Me salió instintivamente. La escena de la vueltecita de antes volvió a sobrevolar por mi pensamiento y no pude evitar encontrarse en una situación similar a la de todas esas mujeres de las que me estaba hablando. La diferencia estaba en que yo no era nadie que quisiera acostarse con Álex de antemano, al menos que Javi supiera porque ya sabéis ...
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