1. Isla paraíso (Parte II)


    Fecha: 21/11/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Aegon fuegoscuro, Fuente: CuentoRelatos

    ... trasero y por último, unas calzas de lencería negras que transparentaban las hermosas piernas.
    
    Mientras hacíamos nuestro recorrido en automóvil, me comencé a tocar discretamente, la chófer me miraba a los ojos, por su mirada comprendí que sabía loyo que quería.
    
    —Toma— le tendí el pequeño control— juega conmigo.
    
    La bronceada mujer lo tomo con una sonrisa y comenzó a manipular el vibrador.
    
    Mi coño sentía un enorme cosquilleo, aquel juguete seguía un patrón; primero vibraba con intensidad y después con tranquilidad, esa montaña rusa de placer me hacía poner en blanco los ojos. Mis jadeos se oían tan fuerte que la conductora subió el volumen de la música. Mis piernas temblaban más y más, me agarre las tetas y las apreté, me mordía los labios.
    
    — ¡Aaaah... si!... ¡Siii!
    
    Apreté las piernas y mis manos se aferraron a las tetas y la mujer sólo me veía por el espejo...con sus ojos llenos de lujuria me envolvió con su mirada...
    
    Las piernas me temblaban demasiado... ya mero llegaría mi clímax...
    
    — ¡Aaaah!—mi gemido sonó dulce de placer, mi corazón se aceleró mucho y mi ...
    ... cuerpo quería que parase pero… aquella perra no dejaba de jugar conmigo…
    
    —Aaaah... p-para… aah… deten… —no pude terminar la última palabra, mi cuerpo no me dejo.
    
    Mire como la mujer bajaba el auto y se subía al parte de atrás junto conmigo, me extraño que hiciese eso, le pregunte porque se vino a la parte trasera del auto y le respondió que ya habíamos llegado al Aeropuerto, yo no me di cuenta de lo rápido que aviamos llegado.
    
    —Aún nos quedan minutos… —me susurro al oído, sentí como lo mordía.
    
    — ¿Pero…?
    
    Me comenzó a besar sin que me dejara terminar mi pregunta. Le pase las manos por las tetas, le apreté los pezones duros y ella solo suspiraba. Su mano llego debajo de mi falda y me caco el juguete y comenzó a jugar con mi coño con sus avilés manos. Me estremecí más, sentía como ella estaba dentro de mí, con su otra mano me acariciaba las piernas… las tetas… todo el cuerpo.
    
    —Alguien ya está húmeda…
    
    Le calle la dulce boca con un rico mordisco a su labio inferior… esta perra es un encanto, ¿Cómo puedo resistirme a ella?, no podía, simplemente… no podía…
    
    Continuará… 
«12»