1. A mi esposa le gusta mostrar el culo


    Fecha: 19/11/2022, Categorías: Infidelidad Autor: JorgePietro, Fuente: CuentoRelatos

    ... descubierto.
    
    Note como uno de los chicos se bajó el short que vestía y comenzó a pajearse. El otro se tocaba por encima de su pantalón. Ana también los vio, y se notó por su expresión que estaba muy excitada. Paro bien la cola y metió una mano dentro de la tanga y comenzó a masturbarse.
    
    El otro muchacho había bajado sus pantalones y ambos se pajeaban animadamente.
    
    Yo estaba que explotaba, pero quería más antes de acabar.
    
    - Amor, sácate todo, le pedí asomándome por la puerta balcón.
    
    Ella me miro desconcertada, pero no lo dudo. Con una cara de puta que nunca le había visto se quitó el desabillé, quedando solo vestida con la tanguita.
    
    Puso las manos a los costados de la tanga y visiblemente acalorada me pregunto:
    
    - ¿Todo es todo no amor?, mientras se bajaba la tanga.
    
    Con la tanga a la altura de las rodillas se masturbaba excitadamente y se acariciaba la cola y los pechos. No aguanto mucho, en pocos segundos nos regaló un terrible orgasmo.
    
    Yo no pude más y terminé como hacía mucho que no lo hacía. Pude ver que a los chicos les paso lo mismo.
    
    Ana agarro la ropa y entro, no sin antes darse vuelta exhibiendo a todos los vecinos su cuerpo totalmente desnudo.
    
    Esa noche tuvimos sexo hasta quedar totalmente exhausto.
    
    Capítulo 2: La cámara
    
    Al otro día era sábado, ninguno de los dos trabajamos, así que nos despertamos alrededor de las 9 de la mañana.
    
    - Buen día amor, ¿dormiste bien?, me pregunto Ana.
    
    - Como un adolecente, le respondí.
    
    - Me ...
    ... dejaste de cama ayer, continué.
    
    - No puedo creer lo que hice, nunca me había desnudado toda, me comento avergonzada.
    
    - Por lo que vi, te gusto bastante, le dije sonriendo.
    
    - Y no sabes la acabada que le sacaste a los chicos, no habrán podido dormir en toda la noche continúe.
    
    - Qué vergüenza, que habrán pensado de mí, dijo apenada.
    
    - Que sos una señora muy putita, nada más que eso, dije riéndome.
    
    - No digas eso, dijo, mientras me pegaba suavemente en el brazo.
    
    - No te mortifiques, si te gusto y a mí me gusto que problema hay, la tranquilice.
    
    - ¿En serio te gusto?, preguntó.
    
    - Sí, claro, mucho, quiero más, respondí riendo.
    
    - ¿Te gustan los pendejos?, pregunte.
    
    - Solo conozco a uno y es un bombón, respondió.
    
    - ¿Como que lo conoces?, ¿personalmente?, pregunte asombrado.
    
    - Si, lo veo a veces en el almacén de la esquina.
    
    - ¿Y él sabe que sos la del balcón?
    
    - Casi seguro que sí, nunca dijo nada, pero me coge con la mirada.
    
    - Que va a pasar ahora cuando me lo encuentre, prosiguió con cara de asustada.
    
    - Cuando te lo encuentres va a estallar, reí.
    
    - Nada, no va a decir nada, relájate y disfrútalo, la calme.
    
    - ¿Cual es, el rubio?, pregunte.
    
    - Sí, escuche que el almacenero lo llamo Gastón, es divino de cara, debe tener 22 o 23 años y tiene un físico bárbaro, debe estar lleno de chicas, dijo.
    
    - Lleno de chicas, pero parece que quiere darle leche a mi esposa, dije riendo.
    
    Solo hizo una exclamación de deseo, metí la mano en ...
«1...345...13»