1. Mariela (Final)


    Fecha: 19/11/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Dark knight, Fuente: CuentoRelatos

    ... curiosidad, apunté un poco mas arriba y empecé a presionar en la abertura de su ano. Ella dio un pequeño saltito al sentir la presión, pero una vez pasada la sorpresa, se movió hacia mi para facilitar la penetración. Tomé con mi mano un poco del semen que escurría de su vagina y lo puse en la entrada de su ano junto con una abundante ración de saliva. Me volví a posicionar detrás de ella y esta vez logré entrar en su hoyito trasero. Mi pene se sintió la presión en las paredes de su ano y sentí una descarga de placer recorrer todo mi cuerpo, era delicioso sentir esas paredes estrechas y la sensación de presión en todo el tronco de mi miembro dentro de ella.
    
    En este punto, su marido pujaba y hacía gestos de placer ante la rica mamada que estaba recibiendo de parte de su cachonda esposa. Desde donde estaba no podía apreciar a plenitud cómo se la tragaba, pero a juzgar por los gemidos del marido, estaba recibiendo un trato de reyes por decir lo menos.
    
    Ella empezó a tocarse su rajita, excitando su clítoris con su dedo mientras yo le daba por el culo; sus dedos se movían con furiosa rapidez en su pequeño botón rodeado de la espesa mata de vellos que lo cubría y se empezó a estremecer en el preámbulo de un nuevo orgasmo, y mi verga empezó también a hacerle segundo, anunciando la inminente llegada de una nueva venida cuando de pronto, tocaron a la puerta.
    
    En un par de segundos sopesé si seguía hasta venirme o atendía el llamado de la puerta y opté por lo segundo. Me salí de ...
    ... su culo y, poniéndome una bata de baño, me acerqué a entreabrir la puerta.
    
    Era un muchacho vestido de botones o asistente del hotel. Con cara de extrañeza, le pregunté por el motivo de su visita y me comentó que le habían reportado que había una fuga en el baño.
    
    De pronto recordé al muchacho anterior, a quien le había dicho que mandara traer ayuda y lo dejé pasar. Era un muchacho mas corpulento que el otro, pero un poco mas desaliñado, y por qué no decirlo, bastante más feo que el anterior. En su plaquita de identificación decía simplemente Manuel y parecía entusiasmado por las aventuras que seguramente su amigo ya le habría contado.
    
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    Con una mirada tímida, Manuel entró en la habitación oteando hacia adentro, donde Mariela se había puesto boca arriba pero aún con las piernas abiertas, ofreciendo una panorámica exquisita de su rajita peluda y de su culo recién explorado por mí. Miraba con curiosidad al muchacho mientras le acariciaba la verga a su marido con suavidad.
    
    - ¿Dónde está la fuga, señor? – Preguntó sin dejar de mirar la entrepierna de Mariela.
    
    - Creo que está aquí. – Dije acercándome a la cama y señalando la vagina de la chica, que aun tenía unos hilos del semen que había dejado yo unos minutos antes.
    
    - No entiendo…
    
    - ¿Qué crees que puedas hacer al respecto? – Le dije mientras recorría la cama para quedar a espaldas de Mariela.
    
    - Es que no sé…
    
    - ¿No se te antoja? – Le dije apremiándolo. El muchacho se acercó a Mariela y le acarició la ...
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