1. Lluvia y playa ¿Qué puede salir mal?


    Fecha: 13/11/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... acariciar mi cuello con sus labios. Lentamente, desesperándome, enloqueciéndome. Sus dedos tamborilean impacientes por mi espalda. Mientras yo asciendo y beso su frente, sus mejillas... mis labios descienden y aprietan su trasero. Mi amor tiene unas nalgas realmente hermosas que a veces me dan ganas de pellizcar en los momentos y lugares más inapropiados. Sus maravillosas manos acarician mis hombros mientras sentimos que la lluvia arrecia. Nuestros cuerpos son lavados bajo el torrencial aguacero mientras que casi asfixiados probamos el sabor de nuestros labios.
    
    Es increíble… la agarro por los hombros y dando un giro de 180 grados la coloco a horcajadas sobre mí. Ella me mira sorprendida por tan brusco movimiento y yo solo sonrío y desciendo el rostro hacia el suyo, lentamente paso mi lengua por el humedecido contorno de sus labios, tomo entre mis dientes su labio inferior y luego de darle un pequeño mordisco, lo succiono. Mis manos recorren sus hombros y mis labios recorren con pasión su cuello, sus pechos. Me detengo en sus pezones, los besos, por la línea media recorro el camino hasta su ombligo donde paso mi lengua y en círculos danzantes mido su diámetro. Sigo, estimulándola, por sus gemidos el descenso hacia su sexo, lo beso y no le presto mayor atención. Beso la parte interior de sus muslos y aspiro su aroma.
    
    Ella empieza por mis muslos, mis piernas, mientras todo mi cuerpo tiembla no solo a causa del frío si no del placer tan grande que me produce que recorra ...
    ... con sus labios mi cuerpo. Llegando a mis pies, mete mi dedo grande dentro de su boca y le da un mordisco. La miré entre extasiado e incrédulo.
    
    Con sus manos dirige su cara hacia mi excitada masculinidad. He decidido no hacerla esperar más. Con verdadero amor sus labios recorren mi miembro, lamen sus bordes y succionan sus contenidos... Mientras yo apretaba sus hombros sintiendo la necesidad de estar dentro de la Señorita R. Ella se dio cuenta de lo que necesitaba y agarrando mi miembro entre sus manos, se sentó encima de mí y lentamente empezó a cabalgarme mientras la lluvia caía en nuestros cuerpos.
    
    La arena húmeda de la playa, los truenos sonando en la lejanía hacían casi insonoros nuestros gritos de placer, se estaba tan bien, su feminidad recorre mi longitud y su interior lo alberga entrañablemente. Es como el candado y la llave, nuestros miembros están hechos para acoplarse a la perfección. Sus caderas empezaron una danza ansiosa, descienden, ascienden hasta que pierdo el control de mí y en un delirante momento su ser se vierte en mí mientras el cielo lo hace sobre nuestros cuerpos. Notar sus fluidos calientes, deslizándose entre mis muslos y la lluvia fría hicieron que yo también soltara mi amor a chorros dentro de ella.
    
    Sabía que a ella también le gustaba ese paisaje y no podíamos acabar ya, tenía que darla más placer, así que con mis manos agarré sus nalgas y sacando mi miembro de dentro de ella hice que subiera hasta mi boca, para darle placer y hacer que se ...