1. Agazapadita terminó cediendo


    Fecha: 12/11/2022, Categorías: No Consentido Autor: ALEXZ784, Fuente: CuentoRelatos

    En esos días realizaba las vueltas correspondientes a mis estudios en Europa, estaba decidido que necesitaba la experiencia no solo para perfeccionar mi inglés, sino también abrir mi mente a nuevas experiencias que me indicara claramente lo que haría el resto de mi vida.
    
    También deseaba escapar de un sentimiento lujurioso que me perturbaba, un deseo prohibido por mi tía Laura que cada día era más difícil de controlar y no era para menos, pues era una mujer de 38 años de 1,74 centímetros de altura, sumamente elegante, bonita, delgada ella pero curvilínea, de cabello largo castaño oscuro con iluminaciones, ojos color miel y piel blanca. De carácter gentil y dulce pero también fuerte, recio cuando algo le molestaba, pero su belleza era tan alucinante que hasta brava despertaba pasión. Sentimientos que sabía bien, no iban a ser correspondidos y menos siendo casada, tan casada que acababa de dar a luz a su segundo hijo.
    
    Por eso trataba de escapar al exterior, pues mi cuerpo me traicionaba frecuénteme cada día la deseaba más en especial al ver tan exuberantes pechos, que para ese momento estaban en su mayor esplendor porque estaba en época de lactancia. Por tanto esos pechos era el motor de cada fantasía que se me ocurría en mi mente. Pero sin querer disculparme no era al único que le despertaba esos pensamientos lujuriosos, a más de uno también. Porque era una vedet de la farándula, una persona publica por lo que más de un hombre de nuestro país la deseaba como ...
    ... yo.
    
    Faltaba un día para irme a exterior y con urgencia tenía que diligenciar un documento en la agencia del ministerio de exteriores, por lo que mi tía Laura se ofreció acompañarme a realizar el trámite en su carro para que me rindiera. Estaba haciendo un día soleado algo caluroso, lo que se prestó para que mi tía Laura se pusiera cómoda manejando quitándose la chaqueta, lo que me permitió admirar tal vez por última vez sus pechos, robándose mi atención pues tenía un top negro que por ser ajustado no solo delineaba muy bien sus senos sino confirmaba lo grandes de sus pechos.
    
    Mi concentración era tal en sus atributos que poco le hice conversación solo hablaba y hablaba bla, bla, bla, etc… Mientras tanto me deleitaba mirando sus pechos, era tan lindos, tan llenos, que sutilmente podía ver como se movían en el andar del carro, en especial si tomábamos un hueco eso pechos brincaban por causas de la leyes de Newton, al igual podía ver como se inflaban sus pechos cuando tomaba aire, una situación muy sexy.
    
    Ella con la mirada al frente del timón no se percataba de mi mirada morbosa sobre pechos, tampoco se percató que un motociclista se paró al lado de nuestro carro en el semáforo en rojo y también se degusto observándola, para cuando se puso en verde este lazo un piropo antes de acelerar “Cosita rica! Aceleraras mi corazón” Mi tía Laura solo rio al igual que yo con el hecho, pero aunque no me crean también me provoco una erección involuntaria, no era la primera vez que me pasaba, ni ...
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