1. Mi madre, Rebeca y el negro


    Fecha: 09/11/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Lertxundi, Fuente: CuentoRelatos

    ... camiseta ya que quedé último en la primera partida, Rebeca también había perdido una y decidió quitarse el pantalón y mi madre había caído en dos y estaba en tanga y sujetador, la cosa por tanto se ponía interesante.
    
    Llegado ese momento mi objetivo ya no era ganar la partida si no no quedar último y evitar quitarme más ropa aunque por una más realmente no me iba a importar.
    
    En la siguiente fue Rebeca quien quedó última y la partida posterior tras un final ajustado entre ella y yo por muy poco volvió a perder por lo que se quitó primero la camiseta y luego el sujetador quedando sus melones al aire veraniego de la sierra, mi madre se le quedó mirando:
    
    Candela: pero qué bien las conservas hija, ¡Cuánto tiempo sin verlas!
    
    Rebeca: ¿tiempo? ¡si me las viste hace dos días!
    
    Ambas rieron.
    
    De las tres siguientes partidas yo perdí una quedándome en calzoncillos y mi madre otras dos quedando totalmente desnuda, ¿se habría acabado el juego? al final y al cabo mi madre no podía quitarse más ropa, era obvio.
    
    Empezamos a pensar en ideas y dado que ya eran cerca de las 2 de la mañana y no habría nadie por la calle al estar los bares cerrados desde hacia horas decidimos que quien no pudiera quitarse más ropa y quedase de nuevo último se iría a dar una vuelta a la manzana desnudo, a mi madre no le parecía mala la idea y era quien más papeletas tenía así que seguimos con esas condiciones.
    
    Seguimos con el juego y a veces tenía que mirar las tetas de mi madre, al tenerlas ...
    ... tan grandes y sin contención ninguna en ocasiones la parte baja de sus domingas tocaba la mesa de juego, mi novia no tardó en decírmelo:
    
    Rebeca: Candela creo que tu hijo quiere leche - dijo mientras se las miraba.
    
    Candela: ¡¡anda!! que mire que mire - dijo mientras se agarraba una de ellas.
    
    Los tres reímos.
    
    Esta partida se alargó más que las demás, no sé si por el cansancio de todos o por las nuevas condiciones que harían que tuviéramos que caminar unos minutos desnudos por la calle, pero finalmente mi madre perdió.
    
    Candela: ¡joder! ¿tengo que salir así?
    
    Rebeca y yo asentimos.
    
    Ella ni corta ni perezosa se fue a la calle solo con su mascarilla y dar la vuelta a la manzana mientras Rebeca y yo preparábamos la siguiente partida, la vimos partir: sus tetas al viento y su coño rasurado salían a la calle como Dios la trajo al mundo.
    
    La vuelta no debía ser más de 1-2 minutos ya que tampoco era plan de hacerlo pasar mal pero ya llevaba casi 5 y mi madre aún no había vuelto, al no llevar bolsillo no se llevó el móvil y cuando ya nos empezábamos a preocupar se abrió la puerta de la parcela, pero mi madre no llegaba sola.
    
    Se empezó a acercar y vimos que con ella venía un hombre de aproximadamente 1,85 cm de altura, vestido lógicamente y de tez muy negra, al acercarse a nuestra posición (ambos sentados en la mesa) nos dijo:
    
    Candela: Chicos os presento a Ibrahima, me voy dentro a jugar con él, adiós!
    
    Ibrahima dijo un leve hola y entraron dentro de casa pero ...
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