1. Mi cuñada la que era santa


    Fecha: 06/11/2022, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... se llamaba), la fue siguiendo, cuando llego la encontró sirviendo agua en un vaso, así que se acerco a ella que estaba de espaldas silenciosamente y la agarro por la cintura a lo cual ella reacciono gritando pero como se encontraba lejos del cuarto de mi hermano no le importo a armando, así que empezó a besar su cuello y a masajear lentamente sus nalgas cosa que hizo que carmen intentara golpearlo pero como estaba retrancada en el mueble no pudo hacer nada y el siguió masajeando las nalgas con una mano y la otra la empezó a meter debajo de su blusa para tocar sus senos y posteriormente sus pezones, lo cual provoco que mi cuñada se empezara a calentar, ya que no hay mujer de hielo, así fue como la despojo de la blusa que la cubría y la volteo hacia el para intentar darle un beso en la boca cosa que ella no quería pero el masaje en sus pezones hicieron que la besara sin ningún reparo el aprovecho ese instante de sumisión para cargarla y subirla en la orilla de la mesa y le empezó a dar suaves besos desde los pies hasta la ingle, después la empezó a besar por encima de la tanga, para estos momentos claramente pude observar como mi cuñada alcanzaba su primer orgasmo y estaba deseando que se la metiera ya no le importaba nada solo gozar, pero armando sabiéndose amo y señor de la situación lo que hizo fue recostarse en el suelo y decirle que si la quería primero se la tenia que besar y convencerlo de que se la metiera, yo en ese momento pensé que mi cuñada reaccionaria y se iría pero que equivocado estaba ella como toda una prostituta profesional se dispuso a darle una mamada monumental y eso que según nunca lo había echo esto lo sabia por platicas que tenia con mi hermano, después de esa mamada el le dijo que se subiera en la mesa y que abriera las piernas porque iba a recibir la mejor cogida de su vida y la verdad creo que no exagero pues esa noche mi cuñada se paso gritando como una loca poseída de tanto placer que recibió pues en verdad sabia coger ese tipo.
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