1. Laura, mi ex cuñada: Sexo anal. Primer intento


    Fecha: 02/11/2022, Categorías: Anal Autor: Alexander0022, Fuente: CuentoRelatos

    ... Cualquiera que pasara por allí podría verla, pero no le importaba. Yo estaba estupefacto mirándola.
    
    Sin decirnos nada me acerque a ella. La bese mientras acariciaba sus nalgas. Me alejé y le tomé algunas fotos con mi celular. Cuando me acerque de nuevo empecé a darle nalgasos. Mi mano golpeaba con fuerza primero una y después otra. Ella gemía como una puta cada vez que lo hacía. Podía escuchar como el sonido de mis golpes se hacía eco en las casas cercanas.
    
    Mi calentura en ese momento era igual o quizás más que la de ella. Mi miembro ya estaba tieso. Aun allí en el patio, me agache detrás de ella. Bese como un animal sus nalgas rojas de los golpes que les había propiciado. Les pasaba la lengua para luego volver a comérmelas. Laura no paraba de gemir. Estaba extasiada. Separe sus nalgas y bese su vagina totalmente mojada. ¡Qué sabor más rico!
    
    -¡Vamos adentro! -Me dijo Laura.
    
    Me paré. Ella me agarró de la mano y me llevó hacia adentro. Me paso la cerveza mientras cerraba la puerta. Le di un par de sorbos. Estaba bien fría. Aliviaba un poco el calor que estaba acumulando. Dentro, estaba tirado un colchón en el piso del living. Cerca de la tele encendida. Me quité la remera y las zapatillas. Acerqué el colchón a uno de los sofás, de modo que sirviera de respaldo.
    
    Me senté en el colchón y mi espalda quedó apoyada en el sofá. Laura trajo una cerveza más. La hice sentarse sobre mis piernas. Allí comenzamos a besarnos intensamente. Mientras, acariciaba sus senos ...
    ... desnudos, lentamente por debajo del crop top. Deje su boca para dedicarme ahora a besar sus senos. Sus pezones estaban duros. Me los comía lenta pero intensamente, tratando de provocarle la mayor calentura posible,
    
    El sonido de mis chupadas se oía por la casa, mezclándose con los gemidos de Laura y la TV. Ella estaba sumisa a todo lo que le hacía. Tomé el pote de aceite que había llevado, y empecé a derramarlo por sus nalgas. Volví a besar sus senos, pero esta vez con una mano iba empezando el trabajo de acariciar sus glúteos. Mis movimientos eran suaves y lentos, facilitado por el abundante aceite.
    
    Poco a poco iba acercándome más con mis dedos a su ano. Rozando lentamente. Laura desprendió mi jean, me bajo la bragueta y aparto hacia abajo mi bóxer, dejando mi pene tieso liberado. Tomé nuevamente el pote de aceite, me tire un poco en el pene, para que ella me lo trabajara. Otro poco me lo puse en la mano y fui directo a su ano. Podía sentirlo perfectamente, tan pequeño y apretado.
    
    Ella me masturbaba suavemente. Mi pene estaba tan duro que ya no necesitaba darle un trabajo más. Lo tenía en todo su esplendor. Temía que Laura se arrepintiera de intentar que todo eso entrara en su tan estrecho ano. Yo, mientras las estimulaba, empezaba a dudar que pudiera penetrarla completamente. Inclusive de poder ingresar tan solo el glande de mí pene allí.
    
    Hice que se diera vuelta y se colocara de espaldas hacia mí. El espectáculo que tenía a la vista era increíble. Sus botas con los ...