1. Soy complice de mi esposo.


    Fecha: 02/11/2022, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... regalo, ahora de mi para él.
    
    Su culo se recistía a recibir todo el juguete, pero él estaba estóico, no decia nada, solo su color aumentaba a un rojo que proyectaba placer y dolor mezclados. Yo recargaba todo mi cuerpo para evitar que aquella verga artificial abandonara el camino, y al mismo tiempo apretaba mi vagina para mantener la perilla dentro de ella. Mauricio se comio todo el juguete, lo disfrutaba. Mi deber, ahora, era hacer el papel de macho. Tenía a mi "mujercita", Mauricio, abierta de piernas frente a mi, y la estaba penetrando con mi gran verga de 30 centimetros, ¡era alucinante! ¿Qué dirá Marisa cuando le platique?
    
    Inicié la rutina de sacar lentamente el dildo, y de metérselo de golpe, una y otra vez, repetidamente. Pude notar que el dolor de mi marido se transformo en placer. De repente paso algo que no me esperaba; ¡Mauricio empezó a eyacular! ¡Se estaba viniendo sin ninguna estimulación en su verga! ¡se combusionaba en debido a un GRAN orgasmo! Su leche caía sobre su pecho, estómago y ombligo, mientras el gemia. Más tarde supe que esto se debía a la estimulación que recibe la próstata. No pude evitar mojar mi mano en aquel semen y llevarlo hasta su boca, como tampoco pude evitar besarlo y beber aquel líquido caliente, esta acción provoco mi propio orgasmo. Sentí como escurría por mi coño los liquidos vaginales ...
    ... contenidos . ¡QUE MARAVILLA! Caí sobre su pecho y el semen que aún quedaba en él. Así permanesimos un buen rato, descansando.
    
    Admito que lo que sucedió en esa ocasión fue el producto de la caliente liberación de nuestros instintos. Algo totalmente nuevo.
    
    Abandonamos el motel, y camino a casa le pregunte:
    
    - ¿Alguna vez habías pensado que te penetraría?
    
    Su respuesta me sorprendió:
    
    - Siempre lo deseé. De hecho siempre lo he deseado. Muchas veces he fantaseado con que soy penetrado. De hecho me gustaría una verga real, aunqué nunca me he atrevido. Es por esa razón que te hice ese regalo. Tenía planeado pedirtelo, pero tu iniciativa me ganó. Estoy feliz de que ahora lo sepas y lo hayas disfrutado tanto como yo.
    
    Cuando llegamos a casa, lleno de temor y angustia, Mauricio me confeso que desde joven se ha sentido atraído por hombre y mujeres. Que en algún momento de su vida, antes de conocerme, tuvo una experiencia homosexual con un amigo de él, pero que solo fueron un par de ocasiones, y que nunca más lo había repetido. También me comento que muchas veces, cuando se masturba, se estimula con nuestros dildos.
    
    Estoy agradecida con él por haber tenído la confianza de salír del closet conmigo.
    
    Después de esta revelación amo más a mi marido. Me ha abierto una puerta nueva la placer, y sabe que tiene en mi una complice. 
«123»