1. Un fin de semana inolvidable


    Fecha: 02/11/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... consideró ya excesivos mis lametones. De hecho hubiera jurado que su sexo comenzaba ya a reaccionar y quedó de pie ante mi.
    
    -Estoy reventada...-bostezó- vamos a dormir, pero antes lávate la cara, anda... ja,ja,ja.
    
    Me propinó una cariñosa palmada en las nalgas.
    
    CAP II
    
    Abrí los ojos. La luminosidad del día ya penetraba a través de las rendijas de la persiana. Me giré y ella me observaba acostada sobre su codo.
    
    -¿Sabes?- me dijo- me encantó como me comiste ayer...
    
    -Pero al final me quedé yo con ganitas...-simulé morritos de disgusto.
    
    -Oh, pobre cerdito...-su sonrisa... su sonrisa y un beso- te quería bien lleno de leche para desayunarte... ¿mmm? ¿me darás para desayunar una buena ración de leche?
    
    No sé que me excitaba más, su tono pícaro y mimoso o su mano agarrando bajo las sábanas mi miembro que reaccionó como accionado por un resorte.
    
    -Si... si...- tragué saliva, extendí mis manos sobre la almohada y ella me destapó para encontrar mi polla vibrando sobre mi bajo vientre.
    
    Elisa se acomodó de forma que agarró mi erección con una mano y sus labios se posaron el el glande violáceo. Me miró y guiñando un ojo sus labios húmedos comenzaron a deslizarse por el tronco, haciendo que me estremeciera. Cerré los ojos y sentí como con su lengua jugueteaba y la ligera succión que me hacía gemir como un gatito. Aumentó la velocidad y a intensidad de las succiones, y su lengua... de vez en cuando paraba de chupar y acariciaba con su lengua el glande y la zona del ...
    ... frenillo... era algo sublime, me encontraba sumido en un estado de animalización, en la que ya no existen pensamientos y el mundo desaparece, sólo la necesidad de acabar, vaciarse, saciarse...
    
    Mis ahogados gritos fueron el testimonio de mi orgasmo, arqueé ligeramente la espalda y me cacié en su boca, mientras Elisa seguía chupando y acogiendo en su boca el producto de estallido. Literalmente me exprimió hasta que ella entendió que no me había dejado un resquicio de “su leche”. Se echó sobre mi, sus ojos a escasos centímetros de los míos... y no dudamos, un beso largo nos hizo compartir el desayuno, de lengua en lengua, de labios a labios, con gemidos de ansiedad por ambas partes.
    
    Permanecimos un rato abrazados sobre la cama. Me gustaba sentir sus tetas en mi espalda y sus besos en mi cuello.
    
    -¿Quieres que nos duchemos?- apuntó ella- apestas...cerdito...
    
    -Pues tú tampoco es que desprendas aromas celestiales-
    
    Ambos reimos y se incorporó para a continuación ubicarse a horcajadas sobre mi vientre. Resultaba enloquecedor tenerla así, y mi furtiva mirada exploró sus axilas expuestas al recogerse la melena con una goma. ¿La razón por la que unas axilas en las que comenzaban a despuntar los vellos me excitaban? Nunca lo he sabido. El caso es que la visión de sus “descuidadas” axilas, sus tetas, muy diferentes a las de las chicas con las que había estado, pero deliciosas... con piercings en los pezones y en el ombligo...carnosa... La verdad es que en ese momento estaba ...
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