1. Mi ingenua Any (IV): En mi casa


    Fecha: 01/11/2022, Categorías: Anal Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    A pesar de que estaba casada, encontraba la forma de cogérmela, Any no podía decirme que no.
    
    Era semana santa y como todos sabes el viernes y sábado no hay trabajo, aprovechando que su esposo se fue a un asunto familiar y mi mujer estaba con sus parientes, la invite a mi casa.
    
    Para no hacerla más larga, desde que llego empecé a cogérmela, la tenía de perrito en mi cama, dándole tremendas nalgadas, sus gemidos me excitaban muchísimo, mi verga entraba y salía toda empapada de sus fluidos.
    
    A: ¡Nene, no me canso de coger contigo, dios mío!
    
    L: Muévete hermosa, ¡me encantan tus nalgas!
    
    Mis dedos estimulaban su apretado ano, ¡me los chupaba para que yo pudiera entrar en su anito!
    
    L: ¡Que rico y apretado esta, pronto será mío!
    
    A: ¡Ay que rico, méteme ya tu verga amor!
    
    Como quería ver sus gestos, la acosté en la cama, le levante las piernas y le alce un poco su cadera, su hermoso y dilatado culo estaba listo para mí.
    
    Empecé con rosárselo con la cabecita ya toda roja de tanta penetrada, mis dedos estimulaban su clítoris, ella cerraba los ojos y se mordía los labios de una forma tan excitante, ¡estaba gozando riquísimo lo que le hacía!
    
    Mi cabeza entro lentamente, me moví para darle solo la puntita, ella se aceleró de pronto, nunca había hecho anal, ¡su culo estaba tan estrecho que me apretaba riquísimo la cabeza!
    
    L: ¡Bebe que culito tan apretado, uf muerde como perro!
    
    A: ¡Ah, dios mío, me sacas el aire nene!
    
    L: Relájate amor, ¡apenas va la ...
    ... puntita!
    
    Siguiendo solo con la puntita me acerque para besarle las tetas, mordía sus pezones y los lamia como paletas, besaba entre esa rica línea que dividía sus duras tetas, ella gemía más fuerte, ¡y mi verga empezaba a introducirse más en su hermoso culo!
    
    A: ¡Bebe, me está entrando más, dios mío, uf!
    
    L: Uf, que culo tienes, ¡y tus tetas me ponen loco!
    
    A: ¡Ay! ¡Me está doliendo bebe!
    
    L: Tranquila, ¡tú respira y relájate!
    
    La tome de sus pies y empecé a empujársela más, su respiración era más fuerte, parecía que se quedaba sin aire, ¡ay, me duele!, exclamo mientras le besaba sus pies y ya casi iba la mitad de mis 21 cm dentro! ¡Las caras que hacía, como se quejaba y como me apretaba me tenían todo loco, era un lobo disfrutando a su presa!
    
    Con la adrenalina a mil, mis movimientos aumentaron de velocidad, mi verga poco a poco abría su rico culo, ella paso de los gritos de dolor a los gritos de goce, ¡su culito estaba haciéndose grande y eso le provocaba tremenda satisfacción!
    
    A: ¡Que rico, uf, me duele, pero rico!
    
    L: ¡Any que rico, me encanta cogerte!
    
    A: ¡Para que nos casamos, seriamos buena pareja sexual, uf!
    
    L: Eso es lo de menos, ¡tú sigue devorándote mi carne!
    
    Me senté en la orilla de la cama y la deje caer en sentones, mi verga en esa posición entraba más, esos gemidos de placer que parecían de dolor, los disfrutaba al máximo, apretaba sus tetas y le besaba su cuello, me encanta morderle su suave cuello, sus orejas eran empapadas por mi lengua, ...
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