1. Luna_demiel frente a los espejos


    Fecha: 09/10/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: rikardo, Fuente: CuentoRelatos

    Llegamos al motel y nos asignaron la pieza, la luz es un tenue azul que se dispersa desde el suelo, todas las paredes están recubiertas por espejos lo que le da una atmosfera especial, suena el citófono y nos ofrecen unos tragos, te gusta el pisco sour así que ordenamos dos.
    
    Aprovechamos de conversar distintos temas mientras disfrutamos el trago, es lo mejor al estar contigo.
    
    Cuando terminas el trago tomo tu mano, te pido que te levantes y de la mano te llevo al medio de la habitación, te tomo de la cintura y tú me abrazas, comenzamos a bailar el lento que suena suavemente, te aprieto contra mí, tus pechos hinchados se aprietan contra mi pecho y puedes sentir la erección de mi pene, lentamente acerco mis labios a los tuyos y nos besamos apasionadamente, con deseo, con fuerza salvaje, con mis dos manos te aprieto el culo y te aprieto contra mí para clavarte, para refregarte todo mi bulto, nuestras lenguas se trenzan en una lucha de fuego, jadeas y emites unos suaves gemidos.
    
    Estás totalmente ...
    ... entregada, tu vagina lubricada por los flujos del deseo, de pronto paro y te momo con fuerza, te giro abrazándote por la espalda, comienzo a desabrochar tu blusa, quedas en sostenes, tu falda me costó nada y la dejé en el suelo y en cosa de segundo estas en ropa interior de frente a decenas de espejos yo punteándote el culo apretando tus tetas, besando tu cuello desde la base en tu espalda, dándote suaves mordiscos, recorriendo tu cuello con mi lengua hasta que comienzo a bajar una mano a tu concha.
    
    Te aprieto contra mi y comienzo a acariciarte, arqueas las piernas para dejar la entrada liberada y rápidamente un dedo entra a jugar con tu clítoris, te retuerces de pacer y te cargas hacia atrás para ensartarte aún más en mi mástil, respiras agitadamente por tu boca, la vista la tienes casi nublada, pero puedes ver en los espejos la imagen erótica de tu cuero semidesnudo, totalmente sometida y punto de ser penetrada salvajemente, haces un esfuerzo y con una voz temblorosa y jadeante dices… “métemelo… métemelo todo”. 
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