1. No fue un encuentro normal


    Fecha: 29/09/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... abrazados.
    
    Y allí se quedaron, abrazados, recuperándose del esfuerzo al punto de que dormitaron casi por cerca de cuarenta minutos. Mi esposa es la primera que se espabila, estando todavía abrazada por aquel. Me mira y yo señalo mi reloj, sugiriéndole que ya es tiempo. Sin embargo, me atrevo a preguntarle. ¿Acaso quieres más? No, dice, ya se hizo tarde. Es hora de irnos.
    
    Al parecer, si no es por el cumpleaños de este joven, quién sabe cuánto tiempo más hubiesen durado las hostilidades. Su presencia y el que le hiciera el amor a mi mujer en ese estado de sensibilidad y vulnerabilidad, propicio que, por fin, se hubiese dignado a dirigirme la palabra de nuevo. No hay mal que por bien no venga, reza el refrán.
    
    Al final nos despedimos, todo muy rico, todo muy bien. Aquel siguió halagando lo bien que folla mi esposa y la razón por la cual la prefiere por sobre toda la humanidad, de modo que ella muy satisfecha, complacida y halagada con tanta adulación. No sé si en los días previos, al haber encontrado apoyo en su amante ante los momentos de perturbación que sentía, llegó a surgir entre ella y él algo que iba más allá de lo puramente sexual. Me dio la impresión que sí, que ella encontró en él no solo el sexo que tanto demanda sino también la comprensión emocional que aquel pareció prodigarle escuchándola en esos momentos. Y eso hizo, sin lugar a dudas, que esta follada fuera diferente de las otras.
    
    ¿Cómo estuvo?, pregunté. Fue raro, me contestó. ¿Por qué?, dije. Se sintió diferente, como más cálido. No sé, como más involucrados. No entiendo, ¡explícate! Bueno, tal vez, por primera vez, no me sentí en una aventura, sino que sentí algo más… como si fuéramos pareja. Okey, entiendo. Eso quiere decir que ya es tiempo de cambiar el pasatiempo, comenté. ¿Por qué?, preguntó. Porque, si ya lo sientes como una pareja, común y corriente, pronto va a perder el encanto de la aventura. Tal vez, dijo ella, tal vez. Y así, hablándonos nuevamente, terminó esta velada.
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