1. La otra Marta (II)


    Fecha: 24/09/2022, Categorías: Lesbianas Autor: bimont, Fuente: CuentoRelatos

    ... descabalgándome se apartó inclinando su cabeza y empezó a lamerme los labios vaginales chupándome suavemente el clítoris, podía hacerme correr de nuevo, tiró de los labios y me pellizcó el clítoris, para terminar golpeándomelo rítmicamente con la palma de su mano. Seguía con los brazos sujetos y la mordaza, me ayudo a incorporarme, dándome la vuelta.
    
    -Como estas -Mientras me desprendía de la mordaza.
    
    -Me asustas pero dame lo que necesito.
    
    -Pero quieres que te lastime, ¿verdad, Noa?
    
    -Sí -Con voz aguda y nerviosa. Mi mente corría con las posibilidades. Todas las cosas sobre las que había leído, fantaseado, practicado muy sutilmente. Nalgadas y control, dolor y placer, dominio y sumisión. Quería estar a su merced.
    
    -Dime que te gustó -Me miraba fijamente y sus manos se posaban en mi cuello.
    
    -Me gustó, soy tuya y déjame servirte.
    
    Se desprendió del arnés y me lo colocó de tal manera que el plug de mi culo quedó sujeto sin poder salirse, el consolador aún con restos de mis jugos, sujetó también a mi cadera, sobre el diván boca arriba, sujetas las muñecas al apoyabrazos, volvió a colocarme la mordaza. Sin decir nada más, se sentó sobre mi, piernas abiertas, guío la ficticia polla hacia su íntima humedad y se lo introdujo totalmente, su pelvis contra la mía, primero con movimientos lentos y de giro profundo, su asedio fue frenético, con sus manos aferradas a mis pechos tiró de los pezones, chillé lo que me permitió la mordaza. Atisbé su cara de perversión y ...
    ... siguió embistiendo hasta alcanzar su nuevo orgasmo. Nos miramos en silencio, me desabrochó la mordaza, me ofreció su lengua, que saboreé con deleite y cuando su boca se separó de la mía, murmuró.
    
    -Crees que yo mando y tú obedeces.
    
    -¿Acaso no es así?
    
    -¡No! Eres tú quien decide hasta dónde podemos llegar.
    
    -Que sea lo que tú quieras.
    
    -No ha estado mal, me están dando ganas de nuevo -Parecía enloquecida por la lujuria.
    
    No puede ser, pensé. Mientras me desataba las manos. Con el arnés aún en mi cintura, la ficticia polla bamboleando y el plug dentro de mi culo. Me indicó colocarme de rodillas frente a ella, sacarle las medias y lamerle los pies. Me sentía confundida, pero asentí con la cabeza, obedecí, me arrastré y lamí. Levanté la mirada y se estaba masturbando, me tiró del pelo levantadme la cabeza, se había introducido dos dedos, viscosos me los pasó por los labios y me obligó a chuparlos, con la otra mano me acariciaba la cara y sin esperarlo me abofeteó la mejilla.
    
    -Ves, puedo hacer contigo lo que quiera -Sonriendo, mientras indicaba con el dedo su entrepierna.
    
    Me golpeó de nuevo, primero una mejilla y luego la otra. Concentrándome el dolor se transformó, en una ráfaga de placer en mis venas que me hicieron retorcerme y gemir, mis muslos pegajosos con mi propia excitación. Acerque la cara a su sexo, estaba húmedo, desprendía calor, saqué la lengua, lametones entre sus labios carnosos. Aferrada con ambas manos a mi cabeza, restregaba su coño rítmicamente en ...