1. La historia de Clara


    Fecha: 23/09/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ella.
    
    Una vez en su casa, no tenía órdenes ni nada que hacer. Solo ser ella misma, pero no sabía quien era.
    
    Y lo peor, es que no se podía poner en contacto con su amo, no, su amo no... Con Ramón hasta que no tomará la decisión.
    
    Cuando al día siguiente se marchó a casa en lugar de ir a su despacho se sintió vacía.
    
    Los estudios, las aficiones y los amigos no la llenaban. Nunca lo habían hecho en realidad.
    
    Así que una noche, ocurrió lo que su amo sabía que iba pasar.
    
    “Acepto”
    
    “Mastúrbate para mi, cerda”
    
    Clara... No, Clara no, Cerda bajó su mano a su coño y comenzó a tocarse para ella y para su amo.
    
    Absolutamente convencido de la decisión que la cerda iba a tomar, Ramón aprovechó el tiempo para poner en orden su situación.
    
    Dada su edad podía jubilarse sin mayor problema y escapar a una finca adaptada a sus necesidades.
    
    En cuanto a Cerda, era mayor de edad y por tanto nadie, salvo sus padres, la buscaría.
    
    Y estos iban a conocer desde el primer momento en que se había convertido su preciada hija.
    
    Eso sería la primera de las muchas torturas a las que iba a someter a su cerda.
    
    Tras la aceptación de la Cerda, Ramón ordenó a esta que se quedará en casa, desnuda, encerrada en su habitación, haciendo sus necesidades en un cubo, esperando.
    
    Había otra orden más.
    
    Cerda debía indicarle que iba a hacer antes de hacerlo, debía esperar confirmación antes de hacer nada y debía mandar un vídeo de ella haciéndolo.
    
    Ah, y no debía ...
    ... limpiarse.
    
    Ella no lo entendió, pero no necesitaba entenderlo.
    
    “Su Cerda lo hará, mi Amo y Señor”
    
    Así que cuando se fueron sus padres, Cerda salió desnuda de su habitación, cogió uno de los cubos que había por la casa, y volvió a encerrarse.
    
    Tal y como había ordenado su Amo, pidió permiso antes de mear y cagar.
    
    Sintió una humillación tremenda cuando lo escribió y necesitó de todas sus fuerzas para mandar el mensaje.
    
    Pero así era la vida que había escogido.
    
    Y se sentó a esperar hasta que su amo le dio permiso.
    
    Completamente entregada a los deseos de su amo, se sentó encima del cubo, pusó en marcha el vídeo y comenzó a realizar sus necesidades.
    
    La humillación de mandar algo así fue tremenda. Era algo prácticamente físico, a la altura de cuando la uso de retrete delante de Jorge o cuando la azotó.
    
    A media mañana Cerda comenzó a sentir sed y hambre.
    
    No mucha, pero no para una chica como ella no comer nada desde la mañana era ya suficiente para sentir hambre.
    
    No pensaba molestar a su amo por algo así.
    
    Además, sabía perfectamente con que iba a llenar su estómago si molestaba a su amo por algo así.
    
    Cerda llamó a su amo un par de veces más para pedir permiso para mear.
    
    El día en si estaba resultando bastante duro.
    
    Y aún así no se iba a echar para atrás.
    
    Su cuerpo y su mente pertenecían a su amo.
    
    Eso lo había descubierto cuando se quedó sin él.
    
    A media tarde estaba hambrienta y sedienta. E impaciente.
    
    Se acercaba la hora en la que sus padres ...
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