1. Nunca es tarde


    Fecha: 22/09/2022, Categorías: Incesto Autor: alirongo, Fuente: CuentoRelatos

    Me llamo Samuel, tengo 50 años, divorciado y esta es la historia que ha transformado mi vida de una forma espectacular.
    
    Esta tiene sus comienzos hace unos cuantos años atrás, cuando era un adolescente y aquí entra la otra protagonista de esta historia mi prima Luisa, de 48 años, siempre nos tuvimos un aprecio especial, éramos cómplices de nuestros amoríos juveniles, nos contábamos nuestros secretos, en fin que era una relación que superaba más allá de la propia de primos había algo, pero nunca ninguno de los dos nos atrevimos a seguir además era un época donde las relaciones entre familiares estaban casi prohibidas.
    
    Nuestras vidas cuando llegamos a adultos tomaron rumbos distintos, tan solo nos veíamos en celebraciones familiares, pero siempre las miradas eran especiales ella hizo su vida y yo la mía, pero cuando por motivos familiares nos encontrábamos siempre saltaba una chispa especial
    
    Todo comenzó cuando coincidimos en una boda de unos de nuestros sobrinos, hacía más de dos años que no nos veíamos, cuando la vi de nuevo me pareció la mujer más atractiva de mundo, en definitiva me dio un vuelco el corazón, parecía mentira pero sentí un cosquilleo que hacía mucho años que no tenía, cuando Luisa me vio vino directamente hacia mí y puede tenerla entre mis brazos, abrazarla lo más fuerte que pude, y tuve que separarme porque comenzaba a tener una erección, así de fuerte fue la reacción y a ella también la noté una respiración nada normal mas bien excitada.
    
    Nos ...
    ... pasamos toda la ceremonia mirándonos muy tiernos y nuestras manos unidas, terminada la ceremonia pudimos conversar más tranquilos, me contó que la vida la había tratado bien, que hacía unos años que estaba divorciada, no tenía pareja que se encontraba sola que me recordaba mucho y aun se preguntaba porque no habíamos llegado a ser pareja a lo que contesté que a mi me pasaba algo parecido pero que todavía podíamos recuperar el tiempo perdido a lo que me respondió con un beso en la boca y nuestras lenguas se unieron por primera vez, le conté como me había sentido al verla después de tantos años y nos besamos no como primos sino como amantes.
    
    Durante el convite tuvimos frenar nuestros impulsos, los dos solo teníamos ganas de follar y recuperar parte de ese tiempo que nuestros prejuicios y las normas obsoletas nos habían quitado.
    
    Despedida la cena y después de todos los saludos de rigor, nos fuimos a tomar un copa a un pub cercano, nos sentamos en un reservado, al principio solo hablamos y nos expresamos lo feliz que estábamos de volver a encontramos y que no íbamos a dejar pasar esta oportunidad, lo mucho que nos deseamos y de ahí que nuestras lenguas se encontraran enseguida nuestras manos se lanzaron la de ella a mi pija y las mías a sus tetas hasta ponernos a cien después de un buen rato de caricias surgió la pregunta
    
    -A tu casa o a la mía
    
    -A la mía -dijo Luisa
    
    Ya estábamos un poco alejados de pub y pasando por un parque cuando comenzamos a besarnos como si no ...
«123»