1. Ella se inició con un desconocido


    Fecha: 22/09/2022, Categorías: Confesiones Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... dirigido al baño, Carlos vino hacia mí y me pidió permiso para ir más allá. Me dijo que ella le había dicho que se atrevía a acompañarle, sólo si yo estaba presente. Le dije al muchacho que entendiera que era su primera vez, que en otras ocasiones no habíamos pasado de la charla protocolaria en el café y que la idea era ir hasta donde ella lo permitiera, así que por mí no había inconveniente y que estaría presente en lo que fuera a suceder, si ella así lo quería. De manera que la esperó, volvieron a bailar, pero rápidamente la condujo a una sala posterior, algo más oscura, llena de espejos y en ese momento vacía.
    
    Yo me fui detrás de ellos, pero me quedé a la entrada de la sala espiando lo que iba a suceder. Una vez allí, Carlos se sentó en un amplio sofá, e hizo que mi esposa se arrodillara frente a él. Sus cabezas estaban unidas y vi cómo él empezó a dirigir las manos de ella hacia su miembro, por encima del pantalón. Al parecer él le instruía para que se lo sacara. Vi como soltó el cinturón del pantalón de Carlos, bajo la cremallera, metió su mano allí y sacó su miembro, que podía verse grande y erecto. Empezó a acariciarlo, frotándolo de arriba abajo y, de cuando en vez, lamiendo el glande con la punta de su lengua.
    
    Ella, al parecer, seguía instrucciones de Carlos y se dejaba guiar, por lo que creí entender que se estaba excitando, pero no pasaba nada más. Carlos seguía hablándole, quizá para que ella respondiera a sus propósitos. Y tal vez se lo tuvo que decir, ...
    ... porque poco a poco, tal vez presa de la curiosidad y la excitación que pudiera estar sintiendo, ella empezó a meterse aquel miembro en su boca, muy cautelosa y delicadamente. El colocó una mano sobre su cabeza y empezó a guiarla para que ella fuera arriba y abajo sobre su pene, con más ritmo. Al hacer esto, quizá ella se sintió presionada, pues no es lo que acostumbrábamos hacer en nuestra intimidad, y se detuvo, aunque siguió moviendo su mano arriba y abajo sobre el tallo de aquel duro y grande miembro que tenía en su poder.
    
    El, seguía hablándole, mientras llevaba sus manos al pantalón que tenía puesto mi mujer, lo desabotonó sin resistencia y trató de bajárselo. Ella, en un principio se resistió, pero algo tuvo que insinuarle Carlos, que poco a poco fue permitiendo que aquel continuara con su tarea. Ella se levantó, pues estaba de rodillas frente a él. Y, en esa posición, él continuó bajándole el pantalón hasta que llegó completamente al piso. Ella, entonces, saco sus pies de las mangas del pantalón, quedando ahora parada frente a él, vestida con su sweater, pantimedias negras y sus zapatos de tacón.
    
    Carlos pudo ahora ver y acariciar las piernas de mi esposa, concentrando su atención en su entrepierna y su vagina, mientras intentaba besarle. Y luego, viendo que ella estaba colaborando, deslizó sus manos por debajo del sweater para acariciarle su espalda y, poco a poco, pasar a masajear sus senos, por encima del sujetador. Ella lo permitió y no lo rechazó, pero no dejó que ...