1. Fiesta swinger con strippers


    Fecha: 12/06/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Cuatro amigos: “ cejitas”,” pequeñín”,” el moreno” y Yo (pepin) decidimos hacer un festejo muy especial, lo organizamos en un club de estriptís donde el dueño era conocido nuestro e iniciamos desde la tarde, estaba casi desierto tan solo con la presencia del administrador y un par de empleados de limpieza, lo mejor se veía en el segundo piso que era el área de clientes V.i.p., escogimos una suite que daba hacia la calle y desde ahí se podía ver algo.
    
    Mientras nos entonábamos con licor y música, el dueño del local nos sugirió que invitemos a unas chicas. Debió haber pasado una hora y entre copa y copa, chistes y demás se escuchó un taxi. Yo me encontraba muy próximo al baño y me acomodé para ver cómo eran las chicas que llegaban y con este conocimiento escoger con anticipación a la que más se ajuste a mi gusto, pero la sorpresa fue grande, no lo podía creer, salí corriendo a la habitación y le dije a cejitas : ¡! Tu esposa acaba de entrar con otras chicas!! Supongo que él debió pensar que se trataba de una broma ya que no se preocupó y los demás se echaron a reír, en un par de minutos la puerta de ingreso a la habitación sonó, uno de mis amigos la abrió, y yo no lo podía creer, era algo irreal y quedé pasmado, petrificado, ingresaban: mi esposa, la esposa de cejitas, la de pequeñín y la mujer del moreno, las cuatro esposas nuestras que rara vez se juntan en nuestras reuniones estaban ahí en este mismo lugar.
    
    Lo primero y malsano que se cruzó por mi mente fue que ...
    ... nuestras señoras se dedicaban a la vida alegre y pasaron un montón de cuadros de las travesuras que mi esposita podría estar haciendo. Pero al rato me indicaron que era todo planeado para que el festejo sea con nuestras esposas.
    
    Así los licores circulaban, las primeras fueron risas nerviosas de esta reunión tan particular en este lugar tan especial. Ellas pidieron inicialmente que hagamos juegos traviesos, algo distinto a la rutina de las reuniones de amigos y se nos ocurrió “llamar a una chica de las profesionales para que haga el baile erótico” para que nuestras esposas también pudieran aprender.
    
    Pasarían unos treinta minutos cuando el ruido de otro vehículo sonaba abajo en la puerta, el baño estaba ocupado y no podía ver a nadie, decidí bajar a la entrada y llegaba una chica hermosa, al abrir la puerta del salón quedé loco, describo la preciosa muñequita, alta, delgada, súper esbelta, piel canela, cabello cobrizo lacio y largo hasta la cintura, unos ojos verdes y una naricita respingada, labios carnosos, dibujaban una boquita de ensueño, lo mejor venía cuando la miraba hacia abajo, senos gigantes, seguramente obra de cirujano, que se desbordaban de la blusa de transparencia y brillos, cintura de avispa con un abdomen de gimnasta y en su cadera las más preciosas nalgas perfectamente colocadas tal cual la forma de manzana, una verdadera obra de arte, tenía el volumen y la curvatura más apetitosa que en años había visto y para cerrar con broche de oro todo este mujerón emanaba ...
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