1. Seduciendo a Ahmed


    Fecha: 05/09/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... en silencio.
    
    Tengo el sueño pesado y cuando me hecho la siesta soy como un lirón, así que me desperté unas dos horas después con los sonidos de la calle que entraban por la ventana medio cerrada por la persiana. Mi cuerpo desnudo estaba bañado en sudor por el calor del verano, pero lo que verdaderamente tenia caliente era el coño. El jueguecito de antes me había enardecido de tal manera que aun tenia ganas. Sin pensarlo, y todavía somnolienta, doble mis piernas y hundí mis dedos en la humedad, cerrando los ojos y pensando en lo que podía haber sido mientras acariciaba mi clítoris circularmente.
    
    Habían transcurrido un par de minutos, cuando entre mis gemidos note otro, apenas audible y más grave. Abrí los ojos y mire hacia la esquina del cuarto que permanecía en penumbra. Entonces le vi sentado en ángulo más oscuro de la habitación, totalmente desnudo y pajeandose lentamente mientras me miraba.
    
    Fueron unos segundos de un silencio tenso, que él rompió:
    
    -"Bueno, por fin. Pensé que no ibas a despertar nunca. Me parece que estas buscando una buena ración de polla. Créeme si te digo que hacia años que no encontraba una puta tan puta como tú"
    
    Se levanto y se acerco hacia la cama. Entonces pude verle en la penumbra. No era ni mucho menos un Adonis: ya he dicho que su complexión era fuerte, pero además gastaba barriguita y tenia vello prácticamente en todo su cuerpo, pero lo que más me asombro fue la herramienta que se gastaba. Entre una espesa mata de pelo negro y ...
    ... rizado se erguía un pollón que fácilmente pasaría de los veinte centímetros y parecía ser ancha como mi antebrazo, gorda y recta como una morcilla, además, al tenerla circuncidada remataba en un capullon de color morado.
    
    Yo, sin dejar de masturbarme y mirándole, me incorpore de rodillas, apoyándome en mis talones.
    
    -"Vamos, tócala. Hace un rato parecías una perra en celo sobandote en la ducha. Seguro que una gran puta como tú las habrá probado de todos los colores. Pero créeme, vas a disfrutar como nunca".
    
    Retire mis manos de mi entrepierna y empecé a abarcarla. Mi mano apenas conseguía cerrarse sobre el ella, escupí en mi palma y empecé a masajearla de arriba a abajo. La piel de su tronco estaba tensa por la excitación, su tacto era terso y las ganas de engullirla iban poco a poco apoderándose de mi. Su mano también me busco en mis intimidades, reanudando el trabajo que yo había interrumpido. Seguimos en aquella tarea, hasta que, cuando su dedo corazón entraba y salía de mi vagina, me corrí aferrada a su estomago entre gemidos. Él, en cambio, aun no lo había hecho, y, a su tamaño, parecía añadir también la cualidad de la resistencia. Aquello no paraba de hincharse y de rezumar baba en que se deslizaba por el canto de mi mano.
    
    Cuando recupere mi conciencia tras el orgasmo me empujo sobre la cama, y me pregunto, mientras seguía acariciándosela, si tomaba algo. Le dije que no se preocupara, que tomaba pastillas. Se arrodillo entre mis piernas cogiendomelas en sus brazos ...