¡Cuando estés sola! - Relatos Eróticos

¡Cuando estés sola!

Amigos míos, éste es el último relato que comparto con ustedes, agradezco infinitamente a todos aquellos que se tomaron la molestia de escribirme con sus sugerencias, críticas o felicitaciones. Espero sinceramente haberles dado momentos gratos.

Cuando estés sola cierra tus ojos y piensa en ti y en mi, en todos esos momentos que hemos deseado hacernos el amor, en que hemos deseado cogernos mutuamente sin reparos.

Piensa en todas las veces que has deseado quitarte la ropa frente a mi en una pequeña escena de striptease con el único propósito de calentarme, de que mi pene comience a despertarse como preámbulo de lo que está por venir.

Piensa en cómo me quitarías la ropa o si deseas que sea yo quien se despoje de ella lentamente quedando solo en calzoncillos. ¿Qué harías después? Tal vez acercarte a mi para ser tú la que lentamente me despoje de esa última prenda y mi verga erecta y dura salte hacia tu rostro. Tal vez quieras tocarla primero, sentir su calor y sus palpitaciones, quizá quieras llevarla a tu cara para llenarla de pequeños besos, o quizá prefieras meterla a tu boca de una sola vez para mamarla con voracidad, porque tú y yo somos un par de calientes.

Piensa en mi rostro de placer y satisfacción, ojalá que sientas el mismo placer de tener mi carne tu boca como yo al sentir tu lengua y tu saliva caliente escurriendo hasta mis testículos. Piensa en tus manos delgadas y finas, que con firmeza me toman de las nalgas para acompañar rítmicamente el vaivén de mi ...

... cuerpo.

Piensa en mi respiración que denota lujuria, en mis gemidos y gruñidos que anuncian mi eyaculación, ¿Qué harás ahora? ¿Quitarte y que mi semen caliente caiga sobre tus pechos? ¿A caso me tomarás fuerte de las nalgas para evitar que salga y termine en tu boca?... tú decides.

Ahora piensa en mí recostado en la cama boca arriba y en ti subiéndote a mi cuerpo, imagínate ahora deslizándote sobre mí lentamente, mojándome con tu sexo el vientre y el pecho, porque tu objetivo es sentarte sobre mi cara. Piensa en ti, dominante, valiente y caliente. Imagíname abriendo la boca, sacando la lengua y esperando el momento exacto donde te posas sobre mí para depositar tu vagina palpitante y ahora sea yo quien te haga llegar al orgasmo.

Imagínate como mi ama, imagíname tu esclavo y muévete a voluntad sobre mi rostro, ahógame con tus fluidos, lléname de ti, yo sé que te gusta, también sé que hay una pervertida en ti que desea satisfacer su deseo, y qué mejor que conmigo, solo conmigo.

Imagina que llegan los espasmos, que tu respiración se corta, imagina que ries, que gimes, imagina que eres una reina sentada en su trono. Ahora imagina que estoy lleno de ti, que solo quiero hacer tu voluntad.

Ahora abre tus ojos y deja de imaginar por un instante, date cuenta que tu mano no te ha pedido permiso y tus dedos juegan en tu vagina, dichosos ellos que se pueden llenar de ti, dichosos ellos que pueden darte el placer que solo puedo darte a través de mis letras.

Vamos, sigue ...