1. Nuestro primer trío inició por casualidad


    Fecha: 26/08/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Frances y Romy, Fuente: CuentoRelatos

    Hola amable lector. Me presento soy Frances y tengo una esposa maravillosa que se lama Romina. Nos casamos cuando yo tenía 22 años y ella 20 y tenemos la fortuna de tener juntos muchos años casados. Tuvimos 2 hijas a los pocos años de matrimonio y decidimos que dos eran suficientes, por lo que Romina decidió operarse para no volver a embarazarse, ya que le caían mal los anticonceptivos y odia el látex de los condones.
    
    La vida sexual durante 8 años se volvió monótona y escasa, ya que las niñas estaban pequeñas y no queríamos hacer ruidos o que llegaran a entrar a la habitación y pudieran vernos.
    
    El mal humor de ambos cada vez era más frecuente, llego el momento en que hablamos al respecto y coincidimos que necesitábamos desfogarnos sexualmente, en la primera oportunidad hablamos con su mama y con gusto acepto quedarse con las niñas un fin de semana al mes.
    
    Nuestra espera para que llegara esa fecha se hacía eterna, pero nos calentaba en extremo saber lo que sucedería y cuanto lo disfrutaríamos, el gran fin de semana.
    
    Nuestra fiesta iniciaba los viernes por la noche y culminaba los domingos al amanecer, hacíamos y probábamos todo, en ese entonces no se conseguían películas XXX fácilmente y los canales de Playboy y Hustler eran demasiado ligth, pero era lo que había, así que hacíamos lo que se nos ocurría.
    
    Así pasaron varios meses y cada vez éramos más atrevidos, empecé a decirle palabras sucias y se excitaba de grata manera, de tal forma que dejaba de ser mi ...
    ... esposa y la trataba como a una esclava sexual que se dejaba dominar y también recibir algunas humillaciones al calor del éxtasis que experimentábamos en esos momentos.
    
    Todo eso sucedía cada mes sin falta, desechábamos cualquier invitación o pendiente que se presentara lo dejábamos para otra ocasión.
    
    Pues bien, nuestro primer trio nunca se preparó y nunca lo imaginábamos, sucedió con una persona con la que no me unía una gran amistad y que Romina no conocía, ni sabía de su existencia. Les platico teníamos un solo auto por lo que esos viernes el auto se quedaba en casa a fin de que Romina llevara a las niñas con su abuela después de que comían, yo utilizaba el servicio público. Ese viernes Romina me llamo para avisarme que ya estaba en casa después de haber dejado a mis hijas, terminamos la charla y con una voz muy cachonda me dijo “no tardes”.
    
    La edad, lo mucho que me gustaba Romina y lo bien que la pasábamos hacía que mis pensamientos no fueran muy claros, por lo que, al no estar bien concentrado con los asuntos del trabajo, decidí dejar unos asuntos pendientes para el siguiente lunes, llegaría más temprano y así no corría el riesgo de equivocarme.
    
    Ya eran cerca de las 8 P.M., todos los compañeros en el piso que yo trabajaba se habían retirado, espere un momento el elevador, al subir toque el botón que me dejaría en el estacionamiento.
    
    Me encaminé hasta el lugar que tenía asignado y al no ver mi auto me desconcerté, hasta que recordé que estaba en casa. Me regrese ...
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