1. De hombre simplón a hembrón de fantasía (Tercera parte)


    Fecha: 25/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: JoseRelatos, Fuente: CuentoRelatos

    ... turca.
    
    - Así rubia, sí lo haces así te daré la leche. - me dijo riendo, yo abrí mi boca y comencé a chuparla cada vez que se asomaba.
    
    Moví mis pechos con rapidez, luego de minutos la sentí palpitar.
    
    Me detuvo tirándome del pelo, lo quedé mirando con sumisión.
    
    - ¡Abre grande! - no me dio tiempo a reaccionar. Empujo su verga contra mis labios y me metió casi la mitad. Su pene comenzó a disparar semen dentro de mi boca.
    
    La sentí salada y agria, me estaba bebiendo el semen de mi abusador vecino.
    
    - ¡Rubia traga leche! - dijo vaciando todo su fluido. Me la sacó y su semen quedó haciendo un hilo desde su verga a mi boca.
    
    - Golosita... mira como me tienes. - su pene seguía duro, como si no hubiese pasado nada.
    
    - Te lo voy a meter.- finalmente dijo esas palabras y mi mente se volvió un revoltijo de emociones. De puros nervios me tragué su espesa esperma.
    
    Sentía culpa y excitación, no sabía que sería de mi después de tener sexo con un hombre ¿y si me gustaba más que tener sexo con una mujer? ¿Me volveré gay?
    
    Esas dudas inundaban mis pensamientos, pero la calentura de mi vagina era superior, se fue imponiendo y el deseo gano terreno.
    
    - Debes usar condón... - susurré mientras le veía con mucha vergüenza. El asintió. Ya eliminando el riesgo de embarazo, no habría nada malo en tener sexo. O al menos me convencía a mi misma de eso.
    
    - Anda poniéndote en 4 mientras me arreglo la verga.- me ordenó mientras se alejaba para ir a escarbar en un cajón, en ...
    ... busca de preservativos.
    
    Me puse de pie y luego me acerqué a la cama. Me apoyé de rodillas y manos sobre ella. Nunca en mi vida sentí tantos nervios, me temblaba todo el cuerpo. Al estar empinada mi tanguita se me incrustada aún más entre las nalgas.
    
    Respiraba agitada, no podía creer lo que estaba haciendo. Estaba a 4 patas en el borde de la cama, esperando por mi negro y bruto vecino para que me hiciera suya.
    
    Escuche como abría el condón y se lo colocaba, por otra parte mi vagina ya ardía de tanto deseo.
    
    Escuche las pesadas pisadas del negro, caminaba hacia mí. Dentro de poco llegaría hasta mi, me haría suya. Me la iba a meter, me iba a poseer, me iba a volver su hembrita.
    
    Todas esas ideas pasaban por mi mente en cada paso que daba en mi dirección. No pude evitar voltear la cabeza y mirar sobre mi hombro.
    
    Ahí venía mi vecino, sus músculos brillaban y su pene lucía más imponente que nunca. Venia toda gorda, con una leve curvatura hacia arriba. Ya con condón puesto, Jean estaba preparado para ensartar me en su verga.
    
    Instintivamente agache mi cabeza y la pegue a la cama, arqueando mi espalda, pegando mis codos al colchón y levantando aún más el culo.
    
    Jean al fin llegó. Pude sentir como con sus manos me agarro de las caderas y su cálido y duro pene se depositó sobre mis nalgas.
    
    - Putita blanca, estás nalgas son tal como me gustan.- dijo llevando sus manos a ellas, me las acariciaba enteras. Yo suspiraba de excitación, con el rostro bien pegado al viejo ...
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