1. Ella concertó una cita por internet


    Fecha: 18/08/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    Ella estaba experimentando la posibilidad de expresarse sexualmente con libertad y sin tapujos, lo cual nos había llevado a conocer y compartir diferentes situaciones, con hombres principalmente, pero también con mujeres y parejas. Los encuentros, casi siempre, eran resultado de compartir con personas en discotecas y lugares dedicados a promover el intercambio sexual entre parejas.
    
    Algún día, sin embargo, ella estuvo dedicada a chequear los comentarios que aparecían en el perfil que habíamos montado en una página de sexo y, le llamó la atención los comentarios que hacía un muchacho llamado Andrés. Respondió al comentario que allí figuraba y, casi de inmediato, recibió respuesta, pues el hombre también estaba chequeando la página en ese momento. Como resultado, aquel muchacho, un hombre joven, le propuso que se conectaran en una video llamada por internet. Ella, por alguna razón aceptó, pues este muchacho no se ajustaba al patrón de hombre que a ella le dispara su energía y deseo sexual.
    
    Andrés, no obstante, se dio sus mañas para convencerla y logró que ella aceptara. Él le indicó cómo hacerlo y, poco después, tras algunas instrucciones previas, estaban enlazados a través de una video llamada utilizando el internet. El joven no perdió el tiempo y, bastante atrevido, le propuso jugar un poco para conocerse y ver si había alguna posibilidad de encontrarse personalmente. Y, ella, curiosa, le siguió la idea.
    
    El muchacho se desnudó para ella y le dejó ver todos sus ...
    ... atributos masculinos. A ella, él le pareció una persona espontánea, decidida y ciertamente atrevida, y eso llamó su atención. Hecho esto, él pidió ser correspondido y requirió que le dejara ver algo de su cuerpo, así que ella se descubrió el busto y le dejó ver sus pechos. El muchacho, aparentemente fascinado con la experiencia, le dijo que se había masturbado varias veces observando las fotografías que aparecían en el perfil una página de contactos, la página donde habíamos montado el material, y que le gustaría mucho tener la misma oportunidad que tuvieron los muchachos con los que ella aparecía.
    
    Puede ser, respondió ella, ya habrá el momento en que se pueda acordar algo. Pues, si tienes tiempo, podría ser hoy mismo, ahora mismo; yo estoy disponible. ¿Dónde vives? Yo estoy ubicada cerca a los almacenes Éxito de la calle 80. Yo, estoy cerca, y no tardaría en estar allá, contestó él. ¿A qué hora nos vemos? ¿Puedes? Si, dijo ella. Si te parece, podríamos encontrarnos en el Café OMA que queda a la entrada de esos almacenes. ¿En una hora y media estaría bien? Si, dijo el muchacho, ¡allá estaré!
    
    Oye, conocí a alguien por internet y quedamos de vernos en una hora y media, aquí, en el Éxito. Bueno, y, ¿quién es? No lo sé, lo acabo de conocer y me llamó la atención. Pero, ¿cuál es la propuesta?, pregunté. Nada. Sólo conocernos. Y ¿cómo llegaste a él? Escribió un comentario en el perfil de la página, yo contesté, y dio la casualidad de que él estaba conectado y resultamos chateando, y ...
«1234...»