1. La sorpresa de mi compañera de oficina


    Fecha: 15/08/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Alcalde Orgasmo, Fuente: CuentoRelatos

    La noche nos sorprendió en el trabajo, había muchas actividades por cubrir y todos ya queríamos terminar la jornada. Era uno de esos días en los que coincidía con aquella compañera de trabajo, con la que había una suerte de tensión sexual. No trabajábamos en la misma oficina directamente ya que la empresa es muy grande, sin embargo, cuando coincidíamos había mucha química, siempre me sonreía cuando nos encontrábamos y cuando nos tocaba cubrir algún evento juntos, me lanzaba alguna que otra mirada provocativa.
    
    No tengo novia y siempre he sido algo tímido para conseguir chicas, generalmente son ellas las que terminan dando el primer paso y algo parecía que esta sería la ocasión. Andrea me tenía hipnotizado esta vez, ya que hoy lucía un vestido gris entallado, una cadenita plateada a modo de cinturón, medias negras y tacones; aunque el vestido no era muy corto dejaba ver claramente su esbelta silueta, que iniciaba con unos senos redondos casi perfectos y algo grandes que ella siempre buscaba mantener a discreción y terminaba en un sutil trasero que si bien no era enorme se mostraba firme y rematado por unas piernas largas y bien torneadas. Su sonrisa dominaba la mayor parte de su rostro, ya que su boca era muy grande y sus labios carnosos.
    
    Lo nuestro no parecía algo romántico, ya que a pesar de intercambiar miradas, risas y algunas charlas sin sentido, se sentía algo más, como unas ganas contenidas o una atracción reprimida. En los 2 años que llevo en la empresa nunca la ...
    ... vi con algún novio y cuando llegué a preguntar a compañeros en común siempre me dijeron que no salía con nadie.
    
    Eran casi las 9 de la noche cuando finalmente el último evento terminó y con ello cada uno empezó a guardar sus cosas para salir. Un compañero externó el clásico "¿De aquí a dónde?" a lo cual varios asentimos y empezamos a proponer ideas de ir a algún lugar cercano a tomar una cerveza. Para mi sorpresa Andrea se sumó al plan por lo que me pareció una gran oportunidad para acercarme a ella.
    
    De 10 personas que estábamos aún en la oficina sólo acudimos la mitad al bar. Andrea, el organizador, una amiga suya, un amigo mío y yo. La velada en general estaba muy tranquila, hablando generalidades del trabajo, quejándonos de nuestros jefes y hablando de política. Andrea se sentó a mi lado, era una de esas mesas empotradas al piso con sillones. Reíamos, bromeábamos y tomábamos cerveza. Ver junto a mí esas piernas cruzadas, pegadas a mi me tenía sudando, y Andrea lo notó. De pronto tomó mi mano y notó que me sudaba la palma, -uy está mojada, trae la seco- y la llevó a sus piernas, la talló contra su vestido y la suavidad de sus medias.
    
    Un poco avergonzado, la observé mientras ella en cada risa se acomodaba los lentes. No retiré la mano que ella custodiaba con la suya, lo que me hacía suponer que el siguiente paso era inminente. Mi amigo, al notar lo que estaba pasando, decidió huir del lugar, con el pretexto de que debía levantarse muy temprano. El organizador y su ...
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