1. Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos (Parte 2)


    Fecha: 12/08/2022, Categorías: Gays Autor: efranvidar, Fuente: CuentoRelatos

    Habiendo despejado un poco mi mente y tranquilizado mis hormonas me encontré dándome una ducha helada. Intuitivamente usé el agua helada del grifo para caer en la cuenta de lo que había experimentado. Salí de la ducha, tomando el toallón y en la medida en que me secaba la humedad de mi cuerpo observaba mi reflejo en el espejo. Estaba confundido, extraviado, no encontraba una explicación lógica a lo que había experimentado.
    
    La escuela, gritos, risas, burlas algún bollo de papel atravesando el salón de clases. En medio de tal vorágine yo muy pensativo casi absorto de la secuencia que se vivía fuera y alrededor mío. Pensaba en mi tío, en el padrino de mi mamá, en ese viejo verde y degenerado que me había drogado, desnudado y también hizo que lo acariciara y besara en la boca. Lejos de sentir asco era una sensación de excitación y placer que no podía casi contener. Esa sensación me obligaba a pedir permiso para salir al sanitario; una vez en el cubículo de los baños desesperadamente desabroche mi pantalón y tuve que sólo imaginar la secuencia vivida con mi tío para agarrar mi pene casi erecto y eyacular casi de inmediato haciendo un movimiento casi desconocido para mí pero muy sensual con mis caderas.
    
    Llegó la hora ansiada, hacen sonar el timbre para salir. Yo respiro profundo y con un nudo en mi estómago.
    
    ¿Qué hago? (me pregunto )
    
    ¿Voy por mi tío o no?
    
    Me saludo con los chicos despidiéndome y subo a mi bici. Mi cabeza solo me dice pasa por casa del ...
    ... tío...
    
    Así fue, no dejé pasar ni veinticuatro horas y ya estaba ahí en su puerta tocando el timbre que a diferencia de otras veces no estaba regando las plantas. Escucho su gruesa voz desde dentro del departamento, la diferencia es que ya no me parecía un viejo tierno ahora mi cabeza junto con mis hormonas hervían en una guerra interna para saber que me haría ese hombre.
    
    Tito: Voy, voy.
    
    Yo: Soy yo tío.
    
    Tito: Lo se putito, pasa y sentate.
    
    Su calificativo me descolo y me enmudecí, casi paralizado entre y acate su orden.
    
    Por más de media hora no hay un cruce de palabras. Yo sentado, respirando con mucha dificultad por lo extraño de la situación, él viendo tele y tomando unos mates amargos, lo sé porque sólo tiene el termo con agua, el yerbatero y el mate, ni siguiera edulcorante. No me mira, actúa como si no estuviera ahí. Yo algo más nervioso que al principio sin saber qué hacer.
    
    Una hora después. Me dice el hombre con un gesto muy severo.
    
    Tío: te portaste bien. Así quiero que hagas siempre.
    
    Yo: No sé qué decir tío. Hace una hora estoy aquí. Tengo que irme.
    
    Tío: No te vas a ningún lado, ahora sacame los zapatos y bajame el pantalón.
    
    Me predispongo a realizar lo que me pide; yo muy confundido por la escena sin saber que decir. Bajo su pantalón, él tirado en el sillón individual bien desparramado. Miró su bulto, no puedo contener mis ojos y miro su erección, el eslip húmedo dónde da la punta de su glande.
    
    Tío: Chupame el calzón pero no me toques la ...
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