1. Los secretos de mi sobrina


    Fecha: 06/08/2022, Categorías: Incesto Autor: Ulpidio_Vega, Fuente: CuentoRelatos

    ... poco más alta que yo y me dio un abrazo tierno.
    
    “Hola tío, tantos años, qué lindas que te quedan esas canas. Estás intacto para cumplir 55”. Me dijo con gran sensatez porque dos días más tarde llegaría mi cumpleaños y por eso había elegido pasarlo en familia y en mi tierra.
    
    Nuria olía a bronceador y destilaba calor por sus poros. No sé por qué, pero también me pareció notar que algo la había mojado mi presencia. Yo me tapé la erección con la chaqueta y me dejé abrazar por Nuria que me dio un beso con sus labios en la mejilla y eso me la endureció un poco más. Pensé que iba a estar difícil la temporada de pileta porque ese culo me la iba a poner al palo siempre.
    
    A diferencia de los otros viajes, este ya tenía esa adrenalina que es indispensable para que sean divertidos. Una pendeja tan sensual, con un cuerpo escultural y nada menos que al hablarme me dijera Tío, me provocaba erecciones permanentes y eso también es saludable en vacaciones.
    
    El culo de esta pendeja me la había puesto tiesa. Así que, con la excusa del cansancio del viaje, me pegué un baño gratificante y me hice una regia paja para para calmar un poco la calentura. La imagen de ese cuerpazo apenas tapado por una rajita en el culo me había puesto a mil.
    
    Las temperaturas en Córdoba son altas en el verano, así que prácticamente andábamos todos en traje de baño y apenas nos poníamos una remera encima para almorzar o cenar. Nuria se la pasaba buena parte de la tarde estudiando en su dormitorio y recién ...
    ... aparecía a la tardecita para darse un chapuzón en la pileta y escuchar música con sus auriculares. Era una mujer silenciosa, eso la hacía un poco más deseable, destilaba sensualidad en cada movimiento y tenía un cuerpazo escultural. No teníamos mucho diálogo, salvo algunas intervenciones casuales durante los momentos familiares.
    
    “Yo tendría que ir al ginecólogo alguna vez. Pero como no tengo ni novio por ahora no hace falta”, dijo una noche luego de que mi hermana le contara que yo era un profesional prestigioso en Buenos Aires.
    
    “Siempre es conveniente hacerse chequeos, sobre todo si empezás a tu edad que cualquier cosa que no esté bien la agarrás a tiempo”, respondí por cortesía, pero sin dejar de imaginar lo lindo que sería inspeccionar esa conchita joven.
    
    “Acá hay un montón de excelentes ginecólogos o ginecólogas que te puedo recomendar”. Insistí como para que notara que no había sido un dato menor su inquietud ginecológica y que yo estaba dispuesto a darle una mano.
    
    La imagen de Nuria con las piernas abiertas en la camilla de mi consultorio me empezó a perturbar más y más. Hacía un calor insoportable y no me podía dormir, un poco porque había tomado mucho y otro poco porque seguía caliente. Me tiré en una de las reposeras con los auriculares y la música clásica al mango. Y me quedé dormido.
    
    Había tomado mucho y mezclado y estaba confundido. Sentí la voz de Nuria que me decía algo de Tío, pero no reaccioné. No sé cuánto tiempo había pasado pero al cabo de un ...
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