1. Dos primos acaban cogiendo gracias a los padres de ella


    Fecha: 25/07/2022, Categorías: Incesto Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    Enrique se inició en el sexo con una tía suya estando borracha. Fuera el día de san Miguel, día de la fiesta de la aldea. Ese día se mataba el cordero y se abría el barril del vino nuevo. Había excesos de toda clase y ella se excedió (pongamos que Enrique era yo) conmigo y ya de mañana, pues ya de mañana estaba borracha. Pillara la borrachera con aguardiente. Yo fuera a buscar a mi prima Rebeca para ir a acompañar al santo, pues lo traían desde la iglesia de la ciudad a la aldea y allí se guardaba en una casa particular distinta cada año los tres días que duraba la fiesta. Al entrar en su casa a buscar a mi prima, me dijo mi tía Elvira:
    
    -Llegas tarde, Rebeca ya se fue. Toma una copa conmigo.
    
    -No bebo alcohol, tía.
    
    -Estás muy guapo con esas ropas nuevas. ¿El pantalón es de tergal?
    
    -Sí.
    
    -A ver si es verdad.
    
    Mi tía tenía el pelo alborotado, llevaba puesto un mandil sobre un vestido de diario y ya se disponía a poner el cordero en el horno de piedra. Vino a mi lado y para comprobar la "tela", me echó la mano a la entrepierna y me cogió el paquete.
    
    -¿Ya te hicieron una mamada, Quique?
    
    La polla se me puso más tiesa que un palo.
    
    -No.
    
    Con la puerta de la casa abierta de par en par, se agachó, me bajó la cremallera del pantalón, sacó la polla y al verla dijo:
    
    -¡Este sí que es un carallo y no el de mi Manuel!
    
    Fue meter la polla en la boca y ya me corrí. Era mi primera vez, coño. ¿Qué esperabais? Mi tía se tragó mi leche y después, bajó las bragas, ...
    ... subió la falda y mostrando su coño peludo, me dijo:
    
    -Ahora te toca a ti comer mi coño.
    
    -No sé comerlo.
    
    -Pon tu lengua en mi coño que el resto lo hago yo.
    
    Acerqué mi boca a su coño. Le olía a algo así cómo bacalao, lamí, me cogió la cabeza con una mano y lo froto contra mi lengua. En aquel momento no me di de cuenta, pero con el paso del tiempo supe que muy borracha no debía estar, ya que en menos de cinco minutos se corrió. La oí gemir en bajito y sentí en mi boca algo calentito y con sabor cómo a ostra.
    
    Al acabar de correrse, me dijo:
    
    -Si quieres arder ven esta noche cuando veas a tu tío borracho en la tienda y a tu prima bailando.
    
    Después se echó otra copa de aguardiente y la mandó de un trago. Guardé la polla y me fui de allí contento cómo un cuco.
    
    Eran las doce de la noche y mi prima estaba bailando con una amiga, pero no veía a mi tío por ninguna parte. Acudí a la cita. Si estaba mi tío en casa volvía a la fiesta y punto. La puerta de la casa estaba abierta y mi tío estaba en casa, estaba en la cocina echado sobre las rodillas de mi tía, que con una zapatilla roja con piso amarillo de goma, le daba:
    
    -¡Borracho!
    
    -¡Y tú más!
    
    -Plas, plas, plas...
    
    -Pero yo funciono y a ti de borracho no te funciona ni poniéndole un alambre.
    
    -¡Pas, plas, plas...!
    
    Una mano se posó en mi espalda. Me llevé un susto criminal. Me giré y vi que era mi prima, que me dijo:
    
    -Ahora se va a poner de pie con la picha tiesa.
    
    Pasado el susto inicial, pero aun ...
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