1. Mi tía la santurrona se traga mi leche


    Fecha: 24/07/2022, Categorías: Incesto Autor: Quebrantasantas, Fuente: CuentoRelatos

    Me presento, soy Franco de 25 años, soy médico y soy de una pequeña ciudad de México, en donde estornudar sin el permiso de un sacerdote es motivo de excomunión, cosas propias del tercer mundo. La siguiente historia ocurrió hace unos 5 o 6 años.
    
    Mi familia paterna es de un pueblo cercano con costumbres aún más arraigadas que mi ciudad de origen, y obviamente se trata de una familia que por llevar la corriente de su pueblo, son de lo más "persignados" como decimos acá. Mi tía, Tere, es una mujer de actualmente unos 50 años de edad, casualmente es la más puritana de sus hermanas, y se nota perfecto cuando te das cuenta que tiene un cuerpo acorde al de una mujer de 25 que no ha sido profanado por nadie (tetas medianas, muy simétricas, cintura pequeña, nada de panza y un culo para quedarte a vivir en él).
    
    Desafortunadamente, toda esta historia se dio en un contexto un poco triste para nosotros, ya que recién había fallecido la madre de mi tía (mi abuela), a quien ella cuidaba, y encima mi tía tenía problemas maritales ya que no podía concebir un hijo con su esposo, quien como huida a ese pleito le bastaba con irse a jugar futbol y dormir en la casa de su hermano.
    
    Durante una de mis visitas al pueblo, fui junto con toda mi familia a una típica comida familiar en sábado y mientras recogía una mesa se me aproximó mi tía Tere, con la voz un poco entrecortada, preguntando porque no me quedaba a dormir ya que hace años no lo hacía y estaba sola. Al principio me mostré un poco ...
    ... reacio y le dije que lo pensaría, cuando yo estaba seguro que no me quería quedar, y le dije que la podía llevar a su casa antes de irme a mi ciudad. Gran acierto. En cuanto se subió al coche pasaron unos 15 segundos para que ella empezara a llorar y yo realmente no sé cómo reaccionar a esas cosas, menos cuando hay de por medio un problema de pareja. Al verla tan mal, le dije que me quedaría y su semblante cambió.
    
    Estuvimos en su sala viendo tele hasta tarde mientras hablábamos de cosas que me tenían verdaderamente aburrido. De pronto, cuando estaba por decirle que me iba a dormir, inició la programación para adultos, me reí y mi tía comenzó a sermonearme como nadie con el tema del sexo y las parejas, lo cual me hizo enfadar más y cambié el tema. Salió a colación una charla sobre la abuela que terminó por poner a mi tía a llorar y escuché de sus labios mamadores decir algo que nunca me habría imaginado:
    
    -"Que ganas de ponerme una peda" (borrachera en México)
    
    -"Date, date, ahorita que hay oportunidad y motivos para hacerlo" -le contesté en broma sin pensar que me tomaría la palabra.
    
    Hay que mencionar que ella no va de acuerdo con ninguna sustancia que altere la conciencia, por lo que su máxima dosis de alcohol en ocasiones especiales se reducía a 1 cerveza. Por mi parte, yo no tenía ganas de tomar, pero pensé que el tema en sí y la experiencia de ver a mi tía borracha por primera vez valían toda la pena; sin imaginar que sería ella quien tendría su primera vez en ...
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