1. La rusa que me hizo una rusa y también la hacía de Cupido


    Fecha: 22/06/2022, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Tonyzena67, Fuente: CuentoRelatos

    ... deben ser de una medida doble D y quizá por su altura y cintura delgada, sus pechos y trasero se miran descomunalmente atractivos. Quizá la bata de enfermera ocultaba todos esos atributos, pero este día sentía que Micaela me los estaba modelando. Recuerdo que me paré mientras ella salía por más café y la esperé con esas intenciones de besarla. Ella lo intuyó y quedó frente de mí y nos comenzamos a besar. Le pregunté por su tía y me dijo que se había ido con su hermana y su pequeña hija de cuatro años, un día antes su padre se la había llevado. Todo parecía que Micaela lo había planeado y ella en forma de broma mientras nos besábamos me decía: -Usted puede hacer conmigo todo lo que quiera y nadie está aquí para defenderme. – Sentí que me decía: -Usted me puede follar y aquí nadie nos va a interrumpir.
    
    Nos fuimos enredados en besos hasta llegar a su cama. Era una habitación pequeña con baño incluido y se miraba muy oscura pues alrededor hay un bosque muy denso. Recuerdo le bajé el cierre a su vestido y cayó a sus pies. Liberé esos preciosos melones de su sostén y eran de hechura redonda, de areola oscura y pezones grandes y puntiagudos. Comencé a mamarlos mientras con mis manos tomaba su trasero aun con su tanga de color verde olivo. Alternaba sus pechos mientras Micaela solo gemía del placer. Con los minutos me decía que le gustaba que le mamara los pezones de una manera agresiva… que le gustaba sentir dolor en sus pezones. Prácticamente se los mordía y aquella hermosa ...
    ... mujer solo cerraba los ojos y se dejaba llevar por el placer. Sin quitarle su tanga, bajé a su monte venus, el cual solo tenía un pequeño arbusto por sobre donde comienza su lubricada rajadura. De labios superiores más gruesos y un clítoris muy pronunciado. Descubrí que también le gustaba que le mordiera el clítoris, pues Micaela es de esas chicas que asocian el dolor con el placer. Hice a un lado su tanga y comencé a chuparle la conchita de una forma violenta, así como Micaela me decía que le gustaba.
    
    Ahí tenía a mi exenfermera, con las piernas abiertas, los ojos cerrados, frunciendo los labios y gimiendo escandalosamente del placer. Le chupaba el clítoris mientras con mis dedos le halaba los pezones y se los apretaba. Eso le encantaba a Micaela, pues ella misma comenzó a decirme. – Si, así… que rica mamada me estás dando Tony, Dios mío me vas hacer acabar así. -Sus jugos vaginales escurrían por esa rajadura, se podía notar su abundancia y comenzó con esos movimientos pélvicos que la conducirían a tocar el cielo por primera vez en ese primer encuentro. Se oía ese chasquido de ese friccionar de su concha contra mi boca y de repente me lo anunció: -Ya, ya… me vengo, por Dios, me estás haciendo acabar. -Y esta mujer gemía del placer mientras le atrapaba fuertemente con mis labios el clítoris. No fue con ese efecto de “Squirt”, pero sus jugos eran abundantes que se vio obligada a cambiar el cubrecama.
    
    Estaba en éxtasis, y recuperaba la normalidad cuando se levantó de la cama y ...
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