1. La animalista


    Fecha: 22/06/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Quique., Fuente: CuentoRelatos

    ... que le comiese el chocho a gusto. Mi lengua, plana lamió su coño mojado. Con una mano le cogí una nalga y con un dedo de la otra le acaricié el ojete haciendo círculos sobre él
    
    Lamí de abajo arriba el clítoris un par de minutos. Lara ya estaba que echaba por fuera. Sus gemidos anunciaban un inminente orgasmo. Mojé el dedo corazón en sus jugos y se lo metí dentro del ano y después metí mi lengua en su vagina. Lara movió la pelvis haciendo que mi lengua entrase y saliese de su coño al tiempo que rozaba su clítoris. Me agarró la cabeza, sus gemidos subieron de intensidad, sus piernas comenzaron a temblar y explotó:
    
    -¡¡Osú!!
    
    Al terminar, sonriente, me dijo en perfecto andaluz:
    
    -Me he corrío.
    
    Le devolví la sonrisa, y le dije:
    
    -Me late que no es la primera vez que te corres.
    
    -Así, de pie, sí que lo fue.
    
    Se arrodilló delante de mí. Me agarró la hebilla del cinto y tiró con fuerza... Abrió la bragueta, hizo que levantara el culo un poco y me bajó los pantalones y los calzoncillos hasta los tobillos, luego se sentó sobre mi regazo y aplastó mi polla con su coño, restregándolo contra ella y jugando con su lengua en mi boca, me quitó la corbata y la camisa. Luego, se levantó y acabó de desnudarme. Al tenerme en pelotas, se arrodilló, cogió mi polla con su mano derecha y mientras la deslizaba de arriba a abajo y de abajo a arriba su lengua lamió mis pelotas, chupó un huevo, volvió a lamer, chupó el otro y volvió a lamer... No perdía el contacto visual. Quería ...
    ... saber cómo lo estaba haciendo. Comenzó la mamada. Su lengua bajaba apretando la polla hasta encontrarse con su mano derecha. La otra mano acariciaba mis pelotas. Lara no perdía el contacto visual, era como si estuviera tomando nota. Me chupó la punta y después me pajeó la corona con el dedo índice y el pulgar. Acto seguido la cogió por la mitad, metió el glande en la boca y le dio arriba y abajo, abajo y arriba y después la metió toda en la boca. Al rato notó cómo mis pelotas desaparecían y cómo mis piernas se ponían tensas. Aceleró los movimientos de su mano. Me chupó solo el glande, me acarició el ojete, y ya no pude más. Mirándome a los ojos, me dijo:
    
    -Dilo.
    
    Dije lo que me vino a la boca:
    
    -¡Me corro!
    
    Pensé que iba a dejar de mamar, pero siguió mamando y se tragó la leche. Quedé deshecho y con la polla más muerta que la de una momia.
    
    -¿Otro brandy?
    
    -Sí, gracias.
    
    Lara era muy joven, pero tenía mucha escuela. Sabía que debía dejar que descansara, por lo que sentada en un sofá delante de mi con las piernas abiertas y tomándose un brandy, se puso a hablar de cosas personales suyas, cómo que vivía con dos amigas... Que a veces se los montaban las tres, o una con la otra. Me fue contando cómo lo hacían... Me fue calentando. Cuando vio que tenía la polla morcillona, al más puro estilo Torrente, me dijo:
    
    -¿Nos hacemos unas pajillas?
    
    -Empieza.
    
    Cerró los ojos y echó las manos a sus deliciosas tetas. Luego bajó una mano al coño, mojó dos dedos en sus jugos y ...