1. Dos parejas y una con hijas, en la playa


    Fecha: 19/06/2022, Categorías: Incesto Autor: Tomas Brentano, Fuente: CuentoRelatos

    ... puedo remediarlo, me alejo un poco a nadar para que no se note, aunque con mi bañador es seguro que no se darán cuenta.
    
    Se salen del agua y yo ya en estado normal también me salgo. Entre tanto llega la hora de comer, sacamos unos bocatas y hacemos un círculo, las chicas no se cubren y se comen los bocatas en topless, no sé dónde mirar, en todos los sitios donde pongo los ojos hay un par de tetas mirándome. Hasta noto como mi mujer se encuentra muy a gusto disfrutando del día.
    
    Nos tumbamos para echar una siesta, yo no puedo dormir, veo como Juan y Belén se abrazan en el suelo y empiezan a reír. Juan me da la espalda y Belén queda enfrente de mí, mi mujer se encuentra mi lado, pero creo que está dormida. Carla y Begoña se han ido a andar por la orilla. Después de un rato, noto movimientos raros entre Juan y Belén, yo diría que Belén le está haciendo una paja a Juan, sin duda, el movimiento de su brazo la delata.
    
    Belén pasa una pierna por encima de Juan y este cambia de posición su brazo, estirándolo hasta llegar a su entrepierna, no lo veo bien, pero todo indica que se están masturbando mutuamente. Levanto un poco la cabeza y en ese momento los ojos de Belén se clavan en los míos. Ni ella ni yo nos cortamos, nos quedamos mirando, mientras ella continúa con el movimiento de su brazo, de vez en cuando cierra los ojos, el trabajo de Juan en su coñito parece que surte efecto. No seguimos mirando y ella me sonríe, sabe que lo sé.
    
    Después de unos minutos, ella acelera ...
    ... el ritmo de su brazo y cierra sus ojos durante un momento más largo, apoya la cabeza en el hombro de Juan, creo que se han corrido los dos.
    
    El resto de la tarde transcurre con normalidad excepto en mi mente, ya que no logro borrar las imágenes de Juan y Belén durante la siesta. En un momento en el que nos quedamos solos Luisa y yo me dice:
    
    —¿Te ha gustado?
    
    Me quedo helado sin saber que decir, sonríe y se va a darse un baño.
    
    Cuando cae la noche desmontamos el chiringuito y vuelta al coche, en el camino de vuelta no dejo de pensar en lo sucedido. Al llegar al hotel Luisa se va con las mujeres a su habitación para no sé qué rollo de unas cremas maravillosas. Yo me quedo con Juan tomando una cerveza, al rato viene Luisa y nos vamos a la habitación.
    
    Al entrar en la habitación me dice Luisa:
    
    —He visto a las chicas desnudas en su habitación...
    
    —¿Y?
    
    —Bueno, pues que no tienen marcas
    
    —¿Marcas?
    
    —Sí, hombre, que toman el sol completamente desnudas, y yo he pensado que quizás...
    
    —¿Qué?
    
    —Pues, que si no te importa, me han dicho que mañana tomemos el sol las cuatro desnudas. Hoy no lo han hecho porque estábamos nosotros.
    
    Me quedo sorprendido, mi mujer me propone tomar el sol desnuda, en principio no me gusta, pero poder disfrutar de esas 4 bellezas en pelotas no me lo puedo perder. Le digo que sí, pero no muestro mucho entusiasmo. Mi polla en cambio sí está contenta. Esa noche Luisa recibe una buena dosis de sexo, aunque ella también se muestra muy ...
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