1. Me cogí al novio de mi cuñada 2da parte - (La confesión de Manuel)


    Fecha: 08/06/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Aqui está el link del relato anterior: http://www. sexosintabues. com/RelatosEroticos-48075. html Habían pasado algunos meses desde mi experiencia con Manuel, el novio de mi cuñada, desde ese día sentía culpa y la cruda moral me aquejaba cada vez que lo veía, me intimidaba su mirada, no podía verlo a los ojos, Manuel por el contrario parecía natural y se comportaba como si nada hubiera pasado. En mi trabajo me dieron un par de semanas de vacaciones y decidimos planear un pequeño viaje a Tapalpa; un pueblo mágico cercano a Guadalajara, lleno de montañas, bosques, lagos y presas. Mis suegros y mi cuñada nos acompañarían; cabe mencionar que desde siempre he llevado una buena relación con los padres de mi esposa, como anteriormente les había mencionado estoy casado desde hace algunos años y tengo un pequeño de 3. Llego el día de partir y al pasar a casa de mis suegros me sorprendí al ver a Manuel ahí, sentado con el celular en las manos, no sé que me pasó en ese momento; fue como si el tiempo se hubiera detenido y me diera tiempo de admirarlo, sentado en la banqueta con las piernas dobladas, audífonos que parecieran sacados de una película futurista, mirando el celular en sus manos, vestía un pans gris, camiseta blanca y un chaleco naranja con líneas negras que combinaba con sus tenis. Saludé cordialmente a la familia y le estire la mano a Manuel para levantarlo del piso. - Cómo estás Alex - pregunto amablemente Manuel - Excelente Manu y tú qué tal. - Ansioso de irnos al paseo - ...
    ... sus ojos se iluminaron de una forma extraña, llenos de lujuria. Quise ocultar lo incómodo de la situacion y simplemente no le di importancia, aunque no puedo negarles que me provoco una rara sensación, comenzamos a subir las maletas a la camioneta, disimuladamente veía el culo de Manuel, se veía realmente delicioso en ese pans. Mi camioneta tiene 3 filas de asientos, así que partimos cómodamente, mi esposa y yo en los asientos delanteros, mis suegros en los intermedios junto con mi hijo y mi cuñada y Manuel al final. Sentía la mirada penetrante de Manuel por mi espalda, gire mi rostro hacia el retrovisor y ahí estaba, su rostro se grabó en mi mente, unos olluelos en sus mejillas morenas lo hacian verse inocente, sus ojos llenos de ternura y lujuria, su cara definida y completamente lampiña, era una especie de invitación al pecado y no estábamos en posición de aceptarla. Al menos hasta el momento. O tal vez solo era mi imaginación y yo me armaba esa novela en mi cabeza. No lo sé pero pronto sabria lo que en realidad estaba pasando. Luego de casi dos horas de camino llegamos a nuestro destino, un par de días antes había contactado a un conocido que tenía una cabaña y con gusto acepto alquilarla. Decidí comportarme de manera natural al igual que Manuel y dejar de pensar en pendejadas, borrarme de la mente el capítulo de la rosa de Guadalupe que me estaba inventando y disfrutar del paseo. Ya instalados invite a mi suegro y Manuel a ir por unas cervezas, hacia un calor de los mil ...
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